La soledad

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La amarga soledad que me consume y me acorrala es como una lluvia eterna, tan dulce y tranquila... Pero en cuanto la oscuridad de mi ser me trae a la mente todos mis tormentos, la inmaculada lluvia se transforma en una tormenta de agujas que se entierran en mi piel. El recuerdo de cada momento en qué cometí un error, es jodidamente doloroso.

¿Por qué? Tal vez no es mi culpa. Tal vez no es culpa tuya. Simplemente siempre hubo alguien para señalarme cada vez que no hacía las cosas al pie de la letra. Ese alguien, me sigue siempre, cada vez que recupero el aliento y pienso "Todo se siente tan bien" ese alguien se afinca en mi espalda y me causa un fuerte pesar, ese alguien que coloca el filo de la navaja justo en mi garganta. Ese alguien que con su mirada llena de una penumbra de odio, me señala, levanta su mano y me abofetea cruelmente, burlándose de mi porque por fuera soy un hombre, pero en mi interior soy solo un niño, ese niño que años atrás añoraba una imagen menos grotesca de la vida, pero ahora simplemente está en el fondo de mi subconsciente acompañado por la gris soledad.

ANDREW: Andrew's BookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora