La vi.
La vi recogiendo la maleta.
La vi subiéndose a un carro a la par del mío, incomodo momento lleno de tensión donde lo único que yo hacía era agachar la cabeza como cuello de tortuga para que ella no me viera.
La vi por demasiado tiempo ese día, y es que no lo podía evitar, tenia que vigilar sus movimientos para que ella no se de cuenta de mi presencia.
La vi tanto que ahora me siento un acosador y por el resto de el viaje tendré que asumir ese nombre. La verdad no puedo creer el pedazo de suerte que tengo yo como para que me pase esto, mi enemiga indirecta en el mismo crucero, sabía que tendría que tener cuidado en estos días, pero nunca me hubiera imaginado tener que lidiar con tanta responsabilidad.
Mi mente solo repetía una cosa antes de entrar a mi habitación designada -Vigilar el paquete. No puede salir de este crucero en otras manos que no sean las mías-. En cambio mi cabeza tiene otra frase que aumentar - Asegurarse de que ella no sepa que estas aquí, y si se llega a enterar asegurarse de que no descubra nada y convencerla que esto no tiene nada que ver con la pandilla.
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Bajo por las escaleras del crucero en la madrugada debido a mi insomnio por ser la primera noche en medio del océano y con crisis existencial pensando en ser el único que quiere darse un paseo a estas horas, pero llegando a la primera planta principal me doy cuenta que de hecho nadie duerme en este lugar al parecer. Camino demasiado, luego de pasar por una discoteca decido ralentizar el paso al ver a varios niños jugando en un mini parque de diversiones casi a las dos de la madrugada, lo desorientador de la imagen me hace detenerme en la baranda que limita al parque de diversiones y observar a los pocos niños jugar, al cabo de unos minutos caigo en cuenta de que todo este tiempo tenía una sonrisa leve plantada en mi rostro antes de que la señora que iba a llevarse a su hijo lo hiciera relevante.
—¿Es nostálgico verdad? —soba mi hombro y enseguida toma a su hijo de la mano y se van—. A mi me pasa todo el tiempo. Nos vemos.
Apenas y alcanzo a devolverle la sonrisa cuando mi cabeza se entromete con pensamientos, para que al segundo una pareja de mellizos muy pequeños se acerquen a mi aporreando mi sentido del oído con voces chillonas y minúsculas, cuando miro hacia abajo la niña sigue gritándome mientras sostiene una flor en una mano y un antifaz muy extravagante en la otra, el niño regresa a ver a su padre que se encuentra al costado para pedir autorización y luego de que el papá asintiera, el niño también empezó a gritarme cosas a cerca de un príncipe y su princesa, ambos halan las mangas de mi chaqueta para estar a su altura pero no sedo y mientras mi mirada solo tenía dos direcciones en esos tortuosos minutos en un abrir y cerrar de ojos la niña corrió hacia un grupo de personas que acababan de salir del bar, el padre tubo iniciativa de seguirla pero ella fue más rápida en encontrar su objetivo y arrastrarla al parque.
Una mirada necesité para pasar del niño a su hermana y verla arrastrando a la chica, en agacharme al segundo y arrancar el antifaz de la manito de la niña y colocármelo a como de manera. Genial, de todas las chicas que pudo elegir esta niña justo la trae a ella. La chica miel.
—Si que eres alto. — Dice el niño haciendo mímica de haber sufrido para que me agache.
Mientras permanezco en cuclillas mirando los tacones de la chica y rezando porque se vaya escucho unos sollozos de parte de la niña.
—Papi me quitó el cubre ojos.
El llanto se intensifica cuando el señor se acerca a hablar conmigo.
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Opuestos
Adventure(HISTORIA ORIGINAL, NO SE ACEPTAN COPIAS NI ADAPTACIONES.) Dos pandillas rivales. Una líder, y un secuaz. Distintos intereses e intenciones. Black book está harto de que sigan saboteando sus ideas y ahí es donde contactan con una de las mejores...