ALEX
-Esto es más difícil de lo que pensé-dijo Kang junto a mí.
Estábamos Sean, Kang, Austin y yo en la parte más alta de la montaña viendo a los hombres del tio de D.K llegar. Sean veía todo bastante serio, tanto que daba miedo. A otros, a mi no, la seriedad me da risa.
Con los binoculares vi al mafioso mayor bajar de su auto. Seguido de el bajó Neela, ya que extrañamente juró estar de su lado durante la carreta porque, digamos que pasó algo que no les dije. En resumen, Takashi casi me asesina pero Neela lo detuvo y le dijo que si me dejaba en paz ella estaría de su lado.
Ahora ella está con un montón de idiotas gracias a nosotras. Bien hecho alex.
-pobrecita-murmure, Austin me vio confundido y suspire-Neela, todos la ven mal. Solo porque está con D.K.
-Aun no entiendo porque esta con ellos-ante lo que dijo sean,la saliva paso por mi garganta, estaba nerviosa, nadie sabe sobre lo que pasó y se que si lo digo, las siguientes cosas pasarán.
Numero uno. Austin querrá asesinar a D.K
Número dos. Neela me mataría a mi.
Número tres. Austin sin duda alguna le metería una bala por los ojos a D.K.
-Debe ser algo de cuando iniciaron a hablar, tal vez una lealtad eterna o algo asi-mentí, al parecer cierto rubio lo notó pero no dijo nada.
-Como sea, debemos irnos-dijo Kang, Jugó con las llaves de su auto las sacudió.
Le di un beso en la mejilla a Sean-buena suerte.
-Gracias, Lexi.
Me di la vuelta y vi al rubio frente a mi con una sonrisa. -¿quieres uno?
El me vio con una sonrisa coqueta-Oh,sabes que si, linda.
-bien-se acercó a mi pero coloque mi dedo índice en sus labios-tendrás que atraparme.
Rápidamente corrí ignorando el como me llamaba, escuche un "tramposa" y reí. Abrí la puerta de mi auto y me subí rápidamente, lo encendí y vi como Austin abría su auto y se subía.
Conducí hacia donde estaban todos los chicos, al llegar los guardias de el tío de Takashi, Kamara más bien, sacaron sus armas como si fuera una amenaza, es decir, lo soy, pero vengo en paz a ver cómo le ganan al idiota de Takashi.
Saque ambas manos por la ventana y luego la cabeza—vengo en paz, solo vine a ver cómo le pateaban el culo a su sobrino—rei burlona mientras Takashi me observaba molesto, abrí la puerta de mi auto y baje.
A mi lado llegaron Austin y Kang en el auto del primero. Le sonreí burlona y el nego divertido por nuestro pequeño juego. Twinkie, que estaba junto a Earl, Reiko y los demás chicos, hablo por su teléfono en la llamada que tenía con uno de los chicos que estaba en el plano de la montaña, es decir donde solíamos prácticar, y donde cada persona gravaba para tener esta carrera por mucho tiempo.