Todo sucedió muy rápido. Boun se movió de un modo que Prem adivinó que estaba conteniendo una transformación involuntaria. Eso le proporcionó pensándolo más tarde cierto alivio, ya que siempre es mejor que te saque de un cuarto un alfa humano que un lobo.
La puerta de esa habitación se cerró y escuchó el característico sonido de unos dedos introduciendo a toda rapidez una contraseña.
Entonces llegó ese momento, ese momento incómodo. Boun le tenía atrapado contra la pared y le miraba con ojos animales. Tenían un color como dorado y líquido, no amarillo como un alfa en modo agresivo. Por algún motivo no estaba tan enfadado como pretendía dar a entender con su lenguaje corporal.
Prem respiró hondo y no quitó sus ojos de los del alfa. Su respiración estaba agitada, apretó los dedos de los pies mientras se lamía el labio inferior. No sabía si tenía que decir algo o permanecer en silencio.
Se sentía de un modo como nunca antes. Comprendió que su cuerpo le estaba enviando un mensaje claro: estás caliente, lo que sientes es un deseo sexual muy intenso. Pero era eso, sí, pero mucho más.
El olor que flotaba en el ambiente era una mezcla perfecta y equilibrada del de los dos. Le gustaba, le gustaba aspirarlo. Su mirada fija en la de Boun lanzó su cerebro hacia una vertiginosa espiral de imágenes de toda clase. Su primer encuentro, el mismo sintiéndose solo y sus padres aleccionándole de que él celo era algo malo y sucio que uno escondía tomando tantos medicamentos como aguantase pero nunca dejando que su mano se atreviese a realizar ningún movimiento por debajo de su cintura. Imágenes de Boun con otras personas, aliviando su deseo en otros cuerpos y encendiendo unos celos ardientes en su pecho. Imágenes de amigos suyos y de personas que no conocía diciendo "nunca encontrarás un alfa ", "no conseguirás nunca un omega".
Y entonces se saturó su cerebro con imágenes de los dos besándose, cayendo juntos en el deseo.. estaba a punto de tener una visión de su futuro cuando Boun apartó la mirada.
-¿Qué ha sido eso?
-Sabes que no necesitas que te lo explique.
Prem jadeó. Era de lo que hablaban todas las canciones, todas las historias en libros de tapa blanda que llenaban su estantería.
Era lo que se suponía que debías sentir y ver cuando dos almas destinadas tienen la suerte de encontrarse.
No era capaz de controlar su respiración ni... ni su excitación. No sabía que hacer ni cómo moverse ni que decir a continuación.
Los ojos del alfa se veían preocupados.
-Lo que acabas de ver...
-No importa. Tenía curiosidad, pero no me dejaste mirar. No lo esperaba pero... bueno, no contaré nada a nadie -mintió, porque su cerebro ya estaba pensando en cómo se lo iba a explicar a Fluke.
-Por favor.
Ninguno se movía. Boun le mantenía entre su cuerpo y la pared. Sus labios estaban desesperadamente cerca, tanto que dolían y palpitaban esperando un beso. Y no solo eso. Prem notaba la dureza de la erección de Boun contra su muslo mientras sus genitales también respondían con ganas. Incluso empezó a notar su entrada muy húmeda.
Al fin, le besó. Fue un beso posesivo, profundo, que a Prem le costo corresponder porque en besos si tenía experiencia pero no demasiada.
"Mío"
"Va a suceder"
-Dime que pare -gimió Boun.
-No. Nunca -respondió Prem.
Boun volvió a besarle y le levantó a horcajadas. Si, iba a suceder.
-¿Señor?
-Dime, Prem.
-Soy virgen.
Boun se detuvo.
-No puedes tener una primera vez contra una pared.
-Pero quiero...
Boun le dejó en el suelo, acariciándole la cara.
-Tenemos un asunto pendiente.
Y con esas palabras, se fue a su cuarto y le dejó allí, necesitado y confuso.
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Lo que desee, míster B || BounPrem|| Omegaverse || BDSM||
FanfictionCuando un joven entra en una empresa para sus prácticas, la conexión con su jefe es inmediata. Prem es atrevido en el sexo y Boun le abre las puertas a un mundo nuevo... Pero... ¿sin amor