Prem no sabía cómo se iba a excusar para poder ir a ver a Boun. Pero cuando volvieron de la hora de comer sus ojos se dirigían sin remedio al pasillo que daba entrada a las oficinas ejecutivas.
Aprovechó otra visita de Fluke al baño para desaparecer de una manera discreta. Solo un minuto, solo ver a su alfa un rato.
Abrió sin llamar. Boun sonrió y miró a Ohm que estaba de pie frente a él.
-Tengo que rellenarle un feedback de su trabajo para los créditos universitarios. Puedes irte.
-Bien. Luego te enviaré lo que necesitas.
-¿Podemos dejar de fingir que no estamos todos aquí por motivos personales? -Prem no pudo evitar decir lo que se le pasaba por la cabeza. Le daba coraje que el alfa de su amigo estuviera escondido como un cobarde en el despacho de Boun, molestándole con sus problemas en lugar de afrontarlos - deberías de preocuparte por Fluke.
-Y dejarnos solos -dijo Boun, con una sonrisa de lado -por cierto, tienes a tu omega bien molesto, porque el banco me ha enviado una notificación de un gasto inusualmente alto en su tarjeta de empresa.
-Hemos comido muy bien.
Prem pronunció esas palabras con inocencia, pero él refulgir que notó en los ojos de Boun le hizo comprender el doble sentido y súbitamente el ambiente se hizo espeso y cálido.
Escucharon la puerta cerrarse. Prem miró fijamente a los labios de Boun.
-Entonces... ¿tengo que presentar un informe para que me apruebe como trabajador? De lo contrario no me alcanzarán los créditos para aprobar...
-Bueno, no puedo permitir eso. Tengo intención de tenerte siempre cerca. Pero supongo que hay formalidades.
Prem se levantó y se acercó sentándose en sus rodillas.
-Bueno, pues dígame cómo puedo convencerle, míster B.
Boun le miró.
-¿Sabes a lo que estás jugando, cariño?
-No muy bien, porque soy novato. Pero quiero jugar. Y tú también.
Prem acarició la erección de Boun que era evidente bajo el pantalón y que estaba apretando sus nalgas.
-Cariño, te daré un minuto para arrepentirte.
-No tenía ninguna intención cuando vine, pero ahora... cuando dijiste esa mentira no pude evitar pensar en jugar con eso y... estoy seguro de que te gustan estos juegos de poder.
-Dios, no puedo creerlo... tenía miedo de que te asustara lo que viste ayer... y que yo sea muy activo...
-Creo que acabó de descubrir que yo también soy muy aficionado a...
Prem notó como Boun le ponía un dedo en los labios para callarle.
-Yo solo se que estoy completamente enganchado a ti.
Prem abrió los labios y siguió su instinto. Abrió la boca y se metió el dedo de Boun en ella. Le chupó el dedo como si fuera una golosina y su mirada estaba cargada de segundas intenciones. Boun gimió y su erección se hizo aún más dura y su pantalón ya no podía contenerla, le hacía daño.
Notó que su pantalón se humedecía. Era el líquido que probaba la excitación de Prem. Pero era demasiado pronto para volver a hacerle el amor. Tenía que inventar como satisfacerle sin hacerle daño. Y aunque se moría porque le hiciera una mamada, su alma gemela no había hecho nunca esas cosas...
-Entonces, has comido bien. Eso me gusta. Me gusta que estes satisfecho.
-Déjame hacer lo que quieres... se lo que quieres.
-Te enseñaré. Pero en casa, con calma.
-Pero...
-No voy a dejarte así. Ni a quedarme así. Jugaremos un poco. Juegos de manos...
Prem hizo un puchero y devolvió la conversación al terreno de los roles.
-Pero... si entrego un trabajo incompleto no me evaluará como necesito...
-Te aseguro que voy a valorarme como merece... todo es aprender... y no soy un jefe tan estricto.
-Bueno, míster B... si usted lo dice...
Boun se movió para colocar bien a Prem a horcajadas sobre él. Le tomó la mano y se la dirigió hacia la bragueta de su pantalón.
-Por ahora, bastará que haga un trabajo fácil... un masaje me bastará...
Prem gimió. Al abrir la cremallera de los pantalones y bajarle la ropa interior el pene de Boun se liberó y pudo verlo con más calma que la noche anterior. Sintió que sus músculos interiores se contraían y su propio miembro se ponía insoportablemente duro.
Boun le bajó un poco los pantalones. Sonrió, acariciándole.
-Veo que ha venido bien preparado... muy bien preparado.
Prem no pudo mantener más la compostura. Notó cómo le acariciaba Boun y le imitó. Se sentía torpe pero pronto aprendió a acariciarle a un ritmo que podía satisfacer a su receptor. Podía darle todo lo que le estaba dando...
-No voy a... yo ya...
-Tranquilo -Boun le quitó la mano y frotó su pene contra el de su omega. Aceleró para ambos y cuando notó que se derramaba sobre él con su orgasmo se dejó llevar y alcanzó su propio clímax.
Respiraron aceleradamente.
Prem se rió.
-¿Y ahora quien va a limpiar este desastre?
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Lo que desee, míster B || BounPrem|| Omegaverse || BDSM||
FanfictionCuando un joven entra en una empresa para sus prácticas, la conexión con su jefe es inmediata. Prem es atrevido en el sexo y Boun le abre las puertas a un mundo nuevo... Pero... ¿sin amor