Capítulo V

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Gianna

Brandon es un bar al que asisten los niños ricos. Ellos se endeudan y el dueño se los permite sin embargo eso ya es otro costo. A cloe le gustaba el lugar y ahí conocí a muchos niños ricos endeudados que con tal de que papi y mami no se enteren dejan que otro pague sus deudas hasta que cobren su fideicomiso.

Ya estamos a jueves y he hecho lo mismo que con Kevin con varios de mis conocidos, por suerte, más de uno le debía a Brandon así que mal por ellos pero yo ahora tengo siete mil euros en mano para ir al culo del mundo.

El hecho de tener la plata solo calmo una de mis inseguridades pero no lo suficiente como para dormir bien y tener una noche de sueño tranquila.

El avión, los vuelos, las negociaciones y cosas mínimas como la ropa ponen mi corazón a latir más rápido de lo normal. Más de una vez me costó controlar mi respiración y fueron varias las noches de insomnio para luego terminar usando gotas en los ojos por el cansancio.

Me siento rara y si puedo saltarme una comida lo hago pero a su vez varios fueron los deliverys que llegaron a casa en menos de una semana porque mi cuerpo insistía en que quería algo más, que había un vacío el cual llenar.

Y no encontré otra manera.

Todo se está volviendo muy parecido al año pasado y eso me asusta más de lo que debería, siento que estoy perdiendo el control de mi vida pero a su vez tomando las riendas de la misma.

No se si de la forma correcta pero creo que de eso se trata crecer ¿No?

-¿Me permite su pasaporte?- me preguntan cuando abordo.

-Si claro- se lo tiendo y mi cabeza no para de pensar.

¿Alguna vez se dejaron llevar por sus impulsos? ¿Hicieron algo realmente estúpido de lo cual se arrepentirian en unas pocas horas? ¿O incluso en menos?

Bien, esa primera fase ya la pase esta madrugada y creía que la vida era una sola y había que vivir, sin miedo al éxito y todo eso.

-Puede abordar, que tenta un buen vuelo.

-Gracias-

Creí que un cambio de aires era lo que necesitaba. Y este vuelo a los Angeles era la excusa perfecta para irme de casa.

Y ahora estoy en un viaje saliendo de París luego de dos años ya que la última vez que subí a un avión me puse lo suficientemente nerviosa como para no volver a hacerlo.

Hoy cuando el avión despega me siento diferente, la sensación es diferente. Me siento libre. Mi corazón se acelera pero igualmente siento que respiro. Y es increíble.

Es la primera emoción positiva en dos semanas y eso me causa algo parecido al orgullo para conmigo. Luego de muchas rachas bajas con mi autoestima.

Conecto mis auriculares y paso todo el vuelo escuchando música, por suerte en este no había escalas.

-¿Diez mil dólares en dos pagos de acá a una semana? ¿Le parece?

Estamos a sábado y estoy terminando las negociaciones para la exposición de mañana.

-Perfecto, ¿luego seguiremos en contacto?

-Todo depende de hoy señorita.

-Bien, si eso es todo...

-¡Aguarde! Antes de que se vaya necesito dos cuadros más para poder exponer y su nombre.

-Disculpe pero la inspiración no llega de un día para otro, ni tampoco por el mismo dinero.

Cadenas De VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora