“En el abismo del cosmos, la luz es la chispa que enciende el fuego de las estrellas, iluminando el camino hacia los misterios del universo.”
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Dos almas con un destino juntos, dos almas una con obsesión y la otra con amor, dos almas que soy la luz y la oscuridad.
Después de aquel encuentro con makarov philip estaba un tanto confundido y nervioso no por el si no por Alex, lo amaba y por eso no quería que nada le pasará como pudo salió de la habitación y miró a price y Alex los cuales se sorprendió cuando le miraron de pie.
─ ¡Cariño! No deberías de estar de pie ─ hablo Alex en un tono preocupado mientras se acercaba al Rubio.
─ Terminamos... ─ exclamó philip con frialdad en sus palabras.
─ ¿Que?... Zafiro... Por qué dices eso ─ dijo con una voz temblorosa y sorprendida, mientras ponía su mano en el hombro del rubio.
─ Terminamos... ─ volvió a decir frío, desvió su mirada de Alex y vio a makarov al parecer solo el lo podía ver, sus ojos estaban clavamos en el con un semblante serio mientras movía levanten su cabeza asintiendo.
─ Philip.... Que hice pensé que lo nuestro... Que lo nuestro era maravilloso ─ respondió con la voz entre cortada mientras sus ojos se llevaban de lágrimas.
─ Es por tu bien, no quiero que algo te pase por seguir conmigo ─ Hablo nervioso mientras miraba a makarov, el le trasmitía miedo.
─ Philip...que ves por qué no me ves a los ojos ─ dijo preocupado, dirigió su mirada a dónde está la de él y no había nada.
─ solo vete, lo nuestro termino, ¡Largo! Ve con alguien con la que puedes estar sin tener que sentenciar tu vida ─ Hablo seriamente en un tono un tanto alto, empujó a Alex y volvió a la habitación.
Cuando estuvo dentro se desplomo sus lágrimas caían pero no hacia ningún ruido, sabía que era por el bien de alex el lo amaba y por ese amor lo quería ver con vida, alzó la mirada y allí está el Vladimir con una sonrisa entre victorisa y macabra, de hacerco a él y lo beso su beso era apasionado pero a su vez dominante.
Inconscientemente philip se dejó llevar por el, dejo que aquel hombre lo reclamará y ni el sabía el por que acepto eso, makarov lo levantó y recostó en la cama mientras se quitaba su saco negro y camisa blanca los tiró a un lado después de abalanzó sobre el rubio, empezó a morder su cuello y besarlo mientras su mano se metía por debajo de la camisa de philip tocando y jugando con sus pezones.
