10.

157 22 4
                                    

Quedé perplejo al ver a Yoongi en mi habitación de hotel. Qué hacía él aquí?

No sé si alegrarme o molestarme...

"Que tal si mejor te alegras, nuestro alfa vino por nosotros, no lo arruines está vez." — dijo fríamente mi lobo.

Había venido por mí? En serio? Algo de mí estaba feliz que no se haya dado por rendido, pero mi otro lado se cuestionaba de dónde había sacado mi dirección.

— Hola, Jimin.— lo oí decir. Su voz me saco de mis pensamientos y me trajo a la realidad. O tal vez solo me llevo a una realidad donde solo eramos él y yo.

No podía dejar de verlo, ni siquiera podía hablar.

— Lamento interrumpir tu sueño, es solo que quise venir a hablar.— hablo tan bajito que casi no lo escucho.

Algo en el fondo me decía:

"Despierta idiota, respóndele, nos dejas en ridículo."

Ah, solo era el inútil de mi lobo insultandome.

— Jimin...? — de nuevo su voz me saco de mis pensamientos.

.

.

.

Podía ver cómo me miraba con un ojo abierto y el otro cerrado, parecía sonámbulo. Me estaría escuchando?

Murmuraba algunas cosas inaudibles.

— Qué haces aquí?— por fin habló.

No me gustó el tono en lo que dijo, pero como él pensaba que era un patán dolido no me quedaba de otra que aceptarlo.

— Vine para que hablemos.— le sonreí brevemente.

Me miró confundido, levanto una ceja en señal de pregunta.

— Hablar? De qué tenemos que hablar usted y yo?— me miró serio.

Parece que ya estaba despierto a comparación de hace un momento.

— Sé que me debes odiar pero necesito que me escuches.— le rogué.

Tenía que rogarle? Sí.

Lo haría? Sí.

— No, así que vete por dónde viniste.— me cerró la puerta en la cara.

Esto sería más difícil de lo que pensé.

— Escúchame, necesito pedirte perdón, por favor.— grite lo suficiente como para que me escuche a través de la puerta.

No me iba a ir, así me saquen a la fuerza.

.

.

.

.

Podía escuchar su voz aún con la prieta cerrada, que no se cansa ese alfa?

Iba a seguir durmiendo pero él seguía gritando, si seguía así iba a despertar a los demás huéspedes.

"Tienes que escucharme, estoy arrepentido por lo que hice!" Lo oí gritar nuevamente.

No sé cuánto minutos pasaron pero bastaron para hartarme, trataba de conciliar el sueño y no podía por los gritos.

Podía escuchar más voces, será que ya despertó a los demás? Lo siguiente que oí fue el sonido del teléfono alambrico sonar.

— Diga?— dije.

— Buenos días joven Park Jimin, lo llamamos porque los huéspedes reportaron ruidos afuera de su habitación, ocurre algo?— respondió el trabajador del hotel.

Your Eyes On MyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora