Your Eyes On My

11.

Había corrido demasiado, me dolía el pecho y se me iba el aire. A mí edad ya no debería estar pasando estos dolores.

Aunque tampoco estoy tan viejo, solo son 29 años, no es mucho. Estoy en la plena flor de la juventud.

Apenas entre a mi casa encontré todo decorado, me había hecho una fiesta sorpresa?

- De qué me perdí?- pregunté mirando tanto a mi hijo como a Namjoon.

- AH!- gritó del susto Namjoon.- Pensé que eras Jin.— dijo.

- Tengo cara de súper modelo?- batió sus pestañas en forma de burla.- Gracias, Nami, sé que soy muyyyyy lindo y hermoso, merezco premios por mi belleza.- imitó con voz dulce  al esposo de su mejor amigo.

- Ya deja de andar de burlón, Min.- advirtió.- Mejor cuentame como te fue con el chillón.

- Uno: No le digas así, y dos: me fue fatal.- bajo la cabeza apenado. No quería contar lo sucedido delante de su hijo.

Lo que no notó es que su pequeño hijo se había dado cuenta de la manera en que se encontraba su padre, triste.

— Pasó algo malo?— pregunto su amigo.

— Me pasó de todo, luego te cuento.— le señalo con los ojos a Jungkook, dándole a entender que le contaría cuando su hijo no estuviera presente.

— Entiendo, quieres ayudarnos? Estamos organizando una gran disculpa para Jin, quiero que me perdone.— comento a lo que Yoongi solo asintió.

Ninguno de los dos adultos notaba algo extraño, el pequeño niño estaba demasiado callado a comparación de lo alegre que era.

Jungkook corrió a su habitación, estaba triste, había orado muchas veces ese día para que a su padre le vaya bien y logré conseguir ser la pareja de aquel Omega.

Cómo se le explica a un niño de 10 años que no es así de simple? Jungkook solo lloraba en su cama mientras se hacía bolita.

- Por qué me dejaste, mami?— pregunto bajito.

- Prometo ser un niño bueno pero regresa, te necesito. Prometo no portarme mal nunca más, te extraño....— cerró sus ojos mientras las lágrimas caían alrededor de su cama.

Yoongi noto como su hijo ya no se encontraba en la sala, así que fue a supervisar si se encontraba bien su hijo.

— Toc toc.— tocó la puerta.

Jungkook se asustó, no quería que su padre lo vea llorar, se sentiría mal y él no quería ser un mal hijo. Así que fingió estar dormido.

Yoongi al no recibir respuesta abrió la puerta encontrándose a su hijo dormido, se acercó y le dió un beso en la frente.

— Sueña con los angelitos, mi niño.— le susurro.

Apenas salió de la habitación Jungkook abrió los ojos, se puso un poco triste, quería que su padre le leyera un cuento pero debido q su mentira no se podría.

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— Y el diablito?— pregunto Namjoon.

— Está durmiendo, ese niño hiberna peor que un oso.— le respondió.

Namjoon estaba en una escalera poniendo el letrero que decía "Te amo SeokJin".

A Min se le vino una idea a la mente.

— Nam, que tan malo sería si te caes por las escaleras?— pregunto Yoongi.