Todos sueñan con encontrar a su destinado, la persona que es perfecta para poder hacerte sentir pleno y complementarte de la mejor manera.
¿Qué ocurrirá cuando Oscar descubra que su omega no solo está llamando al chico rubio que siempre ha estado acompañándole?
¿Será capaz Patricio, de permitir que alguien se acerque al pequeño de pocas palabras, con las mismas intenciones que él?
¿Cómo se supone que funciona el amor, si Oscar no tenía corazón solo para él? A Logan le enervaba la situación.
Logan con 17 años, tenía claras pocas cosas pero necesarias para poder seguir adelante con su vida, entre ellas, que su lobo amaba a Oscar más que a cualquier otra cosa.Y es que el aroma a mandarinas del chico de cabellos castaños era algo que desde primera infancia había llamado su atención, no había omega que pudiese distraerle del pensamiento de que ya tenía con quien pasar el resto de sus días, quien sería el que porte sus cachorros y por sobretodo, quien cuide su corazón.
Y es que para ser alfa era bastante romántico, pero Oscar despertaba en sí sentimientos que no muchos podan alardear. Ya que no solo el sentido de protección característico de su especie salía a relucir, sino que también el instinto de querer criar cachorros que ya comenzaba a sentir cada que veía crecer un poco más al más bajo, imaginándole de mil formas con su pequeña familia, algo propio, solo de ellos dos.
Oscar había cumplido 16 la pasada primavera, recibiendo un sinfín de elogios, debido a los cambios que su anatomía comenzaba a mostrar, desde un cuerpo algo más contorneado hasta sus labios que parecían tomar algo más de carmín para volverse un poco más apetecibles.
Su primer celo no había llegado aún como correspondía, solía calmarlo con supresores y medicamentos, ya que a diferencia de todos sus amigos, no sentía que fuera algo que lo dejara imposibilitado, era casi una pequeña fiebre y nada más allá. Había incluso pensado que estaba algo mal consigo mismo, pero los médicos siempre llegaban a la misma conclusión, aún le falta madurar un poco más y por lo mismo, esperaba que su lobo le avisara el momento adecuado, para poder sentirse listo una vez que tenga la oportunidad de estar totalmente con Logan.
Y si, Oscar desde los 14 años había tomado conocimiento de que su destinado era aquel rubio que siempre le acompañaba. Su aroma a eucalipto le relajaba, era algo que le envolvía por completo y lo adormecía, estaba seguro que el amor era casi tan bonito como las sensaciones que Logan provocaba en sí mismo.
Cambiarse de ciudad era un caos, Patricio lo tenía claro. Sus padres, le habían pedido encarecidamente que intentara tomar esta oportunidad como lo que le faltaba.
Siempre lo mismo, algo le faltaba.
Para ser un alfa, no tenía impulsos desbordantes, no tenía celos problemáticos o ganas de follarse lo que se moviera, era como si su lobo estuviera dormido.
Sergio, su madre había sido el primero en estar alerta al comportamiento del pecoso menor, llevándolo a diversos especialistas para algunos estudios pero nunca arrojaban alguna anomalía o anormalidad, solo se alegaba una falta de madurez en el lobo del chico, que hacía que sus características no fueran las comunes para la especie.
Quiso disculparse cuando sintió que era un fenómeno, era hijo de un alfa dominante, conocido por todos por una brillante carrera como piloto de la fórmula 1 y campeón de diversos campeonatos, pero Max jamás fue capaz de reclamar algo de su hijo. Siempre le comentó que la luna era quien decidía los momentos, y quizás ellos no estaban en el momento o lugar adecuado, para que su primogénito tuviera el desarrollo esperado.
Este pequeño fic va dedicado a mi beta, que me sugirió esta idea y esperamos pueda ser del agrado de todos.Nos vamos en el primer capítulo ✨
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Nuestro cítrico favorito | Oscar x Logan x Pato
FanfictionLa luna puede ser caprichosa y hacerte compartir lo que menos esperas. ¿Cómo podría funcionar algo así? Omegaverse. | Está historia contiene ideas o conceptos obtenidos del cortejo de alfas puros.