La luna puede ser caprichosa y hacerte compartir lo que menos esperas.
¿Cómo podría funcionar algo así?
Omegaverse.
| Está historia contiene ideas o conceptos obtenidos del cortejo de alfas puros.
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¿Cuántas veces era posible correrse?
Honestamente no tenía idea clara, pero después de aquella previa a la noche de películas, Patricio sabía que había algo que totalmente había cambiado en la relación que estaban llevando, y no se quejaba con nadie.
Habían tenido casi dos horas antes de que llegaran los padres de Logan, donde se habían probado con total libertad, sintiendo por primera vez la delicia del sexo oral y sumado al estar hecho por dos personas a la vez, era casi el cielo mismo.
El ambiente, apestaba a las feromonas ahogadas en sexo, pero abrieron el gran ventanal de la habitación en un intento de ventilar la peste, para no ser tan malditamente obvios, aunque genuinamente sabría que los padres del rubio los descubrirían.
Volvieron a ordenar un poco las frazadas en la cama del chico, volviendo a vestirse con algo de vergüenza , pues el cuerpo de Oscar ahora ostentaba diferentes marcas rojas a lo largo de su abdomen y cintura, además de dedos marcados a lo largo de los muslos.
— Bombón, eras un espectáculo exquisito.– Su voz había sonado gruesa, debido a la cantidad de gemidos que habían escapado durante la tarde.–
El sonrojo no había abandonado el rostro del chico y lo disfrutaba, saber que habían hecho que el placer le azotara en más de cuatro ocasiones le hacía sentir más que orgulloso, había tenido un primer inicio sexual más que satisfactorio.
Se acercó al castaño para poder besar su frente, mientras se acomodaban en el sofá nuevamente, esta vez limpio y desinfectado con ambiental, para poder eliminar algo de los residuos que se podrían haber filtrado. El rubio secundó su accionar, besando el otro costado de Oscar, abrazándolo junto a si para dejarlo acurrucado mientras prendían ahora si la película.
La pantalla mostraba el inicio de la película, mientras se escuchaba la puerta principal ser abierta junto a las risas de los padres de Logan, que al parecer habían llegado de un excelente humor del evento al que habían asistido. Los nervios fueron inmediatos y es que sería la primera vez que vería a sus futuros suegros y además, quedarían en evidencia de que habían estado incursionando más allá de unos besos.
¿Podía tragarle la tierra?
Dejó que su respiración se volviera sonora, en lo que los pasos se acercaban a la habitación, permitiéndole prepararse mentalmente para poder saludar a la pareja mayor, intentando dar la mejor impresión posible, dentro de lo que estaba a su alcance. La puerta se abrió con suavidad, revelando un par de ojos azules curiosos igual de bellos que su futura pareja, que lo miraban con una ceja enarcada.
— Logan... ¿Qué fue lo que te pedí? – Remarcó con seriedad, mientras sobaba el puente de su nariz.– — Mamá... No pasó lo que tú crees de verdad. – Le vio ponerse de pie, para poder acercarse a sus padres.– Déjame presentarte a Patricio.
