La luna puede ser caprichosa y hacerte compartir lo que menos esperas.
¿Cómo podría funcionar algo así?
Omegaverse.
| Está historia contiene ideas o conceptos obtenidos del cortejo de alfas puros.
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Era sábado en la mañana, Logan aún recuerda el temor que tuvo al recibir el primer mensaje de parte de Patricio.
[Flashback]
[ IMessage to Logan ☀️ ]
Hola guapo, aquí tu alfa. 😏
¿Te parece si nos juntamos a las 13:30 para ir por las flores?
[IMessage to número desconocido]
Tu nivel de confianza me supera, de verdad.
¿En la cafetería cercana a la avenida principal?
[ IMessage to Logan ☀️ ]
Claro guapo, ahí estaré. 😏
[ IMessage to Impertinente]
Ok 😶
Se sorprendió de que el alfa de verdad le enviase un mensaje y que su corazón comenzara a latir sonoramente, era como el repiqueteo de un colibrí que estaba por salir desde su pecho.
¿Qué carajos le ocurría?
Buscó con la mirada a sus padres, aún le causaba algo de inseguridad el tener la presencia del pecoso poniéndole nervioso, por lo que quizás algún consejo de parte de cualquiera de los mayores le podría servir para saber cómo actuar, sobretodo porque Lewis ya estaba enterado de la situación.
— ¿Hay alguien en casa?
— En la cocina, preparando algo de té.
Mierda, era mamá.
Aún no había hablado aún con George, aunque quizás Lewis algo le pudo mencionar, no le había preguntado nada, así que era claro su desconocimiento al respecto.
Se acercó con lentitud, intentando asimilar el que hablaría con el rubio mayor el que por fin había llegado el momento de poder cortejar a su dulce omega, aún si ello traía algunos comentarios negativos de parte del alfa español.
— ¿Sucede algo, Logie bear?
— ¿Tan evidente soy?
— Cariño, yo te parí. – sonrió ampliamente– Te conozco perfectamente.
— Llegó el celo de Oscar, por fin. – sentía que su pecho estallaría a raíz de la ansiedad en cualquier momento.–
