Giyu salio al jardín de su finca donde se encontro cara a cara con el joven de ojos heterocromáticos quien era acompañado por su fiel amigo Kaburamaru.
-Hola Iguro, ¿Que te trae por aquí a esta horas de la noche?
Pregunto con amabilidad el de ojos azules mientras se acercabaa a su amigo para poder tomar entre sus manos a Kaburamaru.
-Casualmente me e enterado que hoy Sanemi a venido a visitarte y me gustaría hablar algunas cosas al respecto
Explicó con tranquilidad el de ojos heterocromáticos mientras admiraba como Giyu acariciaba con cariño a su amigo.
-Si eso es verdad, ¿Quieres entrar para hablar mejor?
Inquirió el de ojos azules para después seguí acariciando a la serpiente que se había enredado en su cuello cómodamente.
-No aquí está bien, lo que tengo para decir es rápido
Dijo Iguro para después tomar asiento en un pequeña banca que estaba ubicada en el centro del jardín siendo seguido por el de ojos azules.
-Supongo que debe ser importante, ¿Que es lo que tienes que decir?
Cuestión con curiosidad el de ojos azules. Giyu se preguntaba que podría ser tan importante como para que el más bajo actuara de esa manera.
-Giyu, al principio yo no fuí muy amable contigo pero después me disculpe y comenzamos a llevarnos bien más esto era a escondidas de todos los demás
Contó con un poco de nostalgia el de ojos heterocromáticos para después voltear a mirar a Giyu quien estaba sentado al lado suyo.
-Recuerdo muy bien esos tiempos, nunca te permiti que hablaras sobre nuestra amistad porque no quería que tuvieras problema con Sanemi
Contesto con un poco de triteza el más alto. Giyu apreciaba la amistad que el contagio le brindaba pero tampoco quería que por su causa este se peleará con Sanemi.
-Más sin embargo, siempre ha habido algo en lo que nunca fui sincero contigo
Soltó finalmente Iguro. El realmente esperaba que lo que estaba apuntó de hacer no afectará su amistad.
-¿A que te refieres?
Cuestionó con notable confusión el de ojos azules.
-Giyu, tú me gustaste desde el principió pero yo también siempre fuí consiente de que a ti te gusta Sanemi y que al idiota de Sanemi también le gustas tú
Confeso con mucho nerviosismo el de ojos heterocromáticos mientras miraba la cara de asombro que tenía su acompañante.
-Iguro..... Yo realmente lo siento, ¿Pero como sabes que yo le gusto a Sanemi?
Dijo el de ojos azules con el corazón latiendole a todo lo que daba por las palabras del más bajito.
-No te preocupes Giyu, yo siempre supe que mis sentimientos jamás serían correspondidos. Además si alguien conoce bien a Sanemi ese soy yo y te puedo asegurar que ese patán bueno para nada sí está enamorado tuyo. Así que ahora que sabes esto espero que no te quedes aquí perdiendo el tiempo y vallas por tú amor porque debido a nuestro ofició no sabemos si el día de mañana regresaremos con vida
Aconsejó amablemente el más bajito. Iguro sí sentía que su corazón dolía pero aún más importante que eso para el era la felicidad del de ojos azules.
-Gracias por tu consejo y perdoname por qué inconscientemente te e lastimado
Se disculpó con honestidad el más alto. Giyu no quería perder la amistad del más bajito pero ahora se daba cuenta de que durante todo este tiempo lo había estado lastimando intencionalmente.
-Giyu, nosotros aún somos amigos pero realmente deseo verte feliz. Esa fue la razón que me dió el valor para venir aquí, así que nos vemos pronto...
Se despidió rápidamente el de ojos heterocromáticos para después tomar a Kaburamaru del cuello de Giyu y siguiente desaparecer entre los árboles dejando sin palabras a un chico de ojos azules.
Después de quedarse pensando por un momento más las palabras de su amigo. Giyu decidió que pronto le diría sus sentimientos a Sanemi y que tal vez en una próxima vida le podría corresponder sus sentimientos al de ojos heterocromáticos.
[.....]
Los días pasaron rápidamente, las semanas pasaron volando, los meses pasaron aún más rápido y eventualmente habían pasado un año desde la trágica muerte de Kanae. Shinobu había vuelto a la normalidad más después de la muerte de su hermana esta se había hecho más cercana a Giyu. Iguro y Giyu habían mantenido su amistad como si nada hubiera sucedido aquélla noche. Por otro lado, Giyu y Sanemi se habían convertido en buenos amigos pero ninguno de los dos se atrevía a declarase aún...
O eso fue esta esa tarde donde el de ojos púrpuras decidió acompañar al de ojos azules a su finca y cuando este se estaba marchando la voz de Giyu lo detuvo.
-Sanemi espera!
Grito Giyu intentando que el contrario detuviera sus pasos.
-¿Que sucede?
Pregunto con confusión el albino.
-Necesito sacarme esto del pecho porque ya no puedo callarlo más....
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.