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Theodore observaba a su hermano desde la distancia, el fuego del salón común de Slytherin reflejándose en sus ojos mientras Sebastien conversaba con otros estudiantes, sonriendo despreocupadamente

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Theodore observaba a su hermano desde la distancia, el fuego del salón común de Slytherin reflejándose en sus ojos mientras Sebastien conversaba con otros estudiantes, sonriendo despreocupadamente. La envidia se retorcía en el pecho de Theodore, mezclándose con el odio que había cultivado durante años. Desde la última humillación frente a su padre, Theodore había planeado cada movimiento con precisión, cada detalle calculado para asegurarse de que Sebastien sintiera el mismo dolor que él había soportado.

Pero no era solo la humillación lo que alimentaba su odio. Había algo más profundo, un resentimiento arraigado desde la infancia, cuando su padre siempre prefería a Sebastien, su primogénito, el hijo perfecto. Theodore cerró los ojos, dejando que los recuerdos lo envolvieran.

Theodore era apenas un niño cuando su padre comenzó a hacer comparaciones. Su madre había muerto poco después de dar a luz, y su padre, nunca había sido un hombre amable.

—Mira a tu hermano, Theodore—decía con desprecio en su voz. —Él siempre obtiene las mejores notas, es fuerte, disciplinado. Deberías aprender de él.

Theodore había intentado, oh, cómo había intentado. Estudiaba más duro, practicaba duelos hasta que sus manos temblaban de agotamiento, pero nada era suficiente.

—Sebastien lo habría hecho mejor—su padre comentaba con frialdad, cada palabra como un cuchillo clavándose en el corazón del joven Theodore.

Una noche, después de un día particularmente agotador, Theodore se había escondido en el invernadero familiar, un lugar que su madre amaba y donde aún sentía su presencia. Se sentó entre las plantas que ella cuidaba con esmero, sintiendo una soledad abrumadora.

—¿Por qué no puedo ser como él?—se había preguntado en voz alta, las lágrimas rodando por sus mejillas. Pero en lugar de consuelo, había decidido endurecerse.

Theodore abrió los ojos, el brillo del fuego reflejándose en su mirada endurecida. Observaba a Sebastien desde la distancia, mirada fría. Nunca había sentido cariño por su medio hermano a pesar de los esfuerzos de Sebastien por acercarse. Para Theodore, Sebastien siempre había sido el favorito, el exitoso, el que todos admiraban. Y ese brillo que rodeaba a su hermano mayor era lo que más detestaba.

Había llegado el momento. Sabía que Daphne, era el punto débil de Sebastien. Ella era dulce, confiada, siempre buscando lo mejor en las personas, incluso en el. Theodore sonrió para sí mismo; iba a aprovecharse de eso.

Daphne, quien secretamente estaba enamorada de Theodore, notaba la tensión entre los hermanos, pero era incapaz de comprender la profundidad del odio que Theodore albergaba en su corazón. A pesar de sus intentos por acercarse a él, Theodore permanecía indiferente, centrado únicamente en su plan para destruir a Sebastien.

Theodore no siempre había sido así. De niño, había buscado la aprobación de su hermano , anhelando ser visto y valorado por Sebastien. Pero conforme creció, la sombra de Sebastien también lo hizo, eclipsando cada uno de sus logros. El cariño que Theodore alguna vez sintió se transformó en envidia, y luego, en odio.

𝐓𝐇𝐄 𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐁𝐄𝐇𝐈𝐍𝐃 𝐘𝐎𝐔𝐑 𝐄𝐘𝐄𝐒; Daphne Greengrass Donde viven las historias. Descúbrelo ahora