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Cuando el peso de las palabras comienza a ser verdaderamente agobiante no hay mucho que hacer.

Mateo bien sabia que cada palabra que salia de la boca de su padre se tenia que cumplir, siempre fue asi desde que el tiene uso de razón.

Lo que su padre decia, se hacia, pero...

De verdad ¿Tenia que casarse?

—Me importa una mierda, si tienes que secuestrar a la puta hija del presidente para casarte, mateo!— Le gritaba su padre con esa voz tan imponente que pedro tenia. — No me ire de este mundo sin haber tenido nietos — Dijo el hombre dando un fuerte golpe a la mesa de centro que estaba en la sala frente a ese sillón negro de terciopelo para 3 personas y frente al morocho quien tomaba su cien derrotado escuchando la tontería que su padre le decia.

Siempre había hecho todo lo que el le pedia, todo.

Pero lo que le pedía era una cosa totalmente distinta.

No sabia porque a su padre se le habia metido la idea a la cabeza, de la nada llegó exigiéndole tal cosa y el no comprendía.

Nunca se habia apurado para hacer tales cosas.
Estaba disfrutando de su vida como para pensar en eso ahora.

— no puedo conseguir una esposa de la noche a la mañana. — Solto mateo entre dientes, pedro bufo y se recargo en el sofá.

— Claro que puedes, lo hice yo, no vas a poder tú, eres el próximo en el mando mateo, no soy tan joven y quero tener nietos, la puta madre!— Dijo este como si pusiera final a la conversación, mientras se inclinaba a la mesa de centro y tomaba el ensendedor que descansaba sobre esta para prender su cigarro.

Mateo lo miro jalar y soltar el humo con una expresión neutra.

—Y mira obtendrás el mando hasta que yo no vea que sientas cabeza, no te voy a dar mi más grande imperio cuando te la pasas jugando de cama en cama, no quiero ver como mis ganancias se van en zorras  —Dijo el hombre mientras le apuntaba con el dedo medio ya que su pulgar e índice estaban ocupados con su cigarro.

Mateo bufo y se dejo cae al sofa.

No estaba listo para eso.

—Eres un jodido hijo de ...—

—Apa, cuidadito pendejo, recuerda que soy tu viejo y todavía puedo cagarte a piñas— Le amenazó.

Mateo nego.

—¿De donde piensas que voy a sacar a una mujer que quiera casarse con un ganster??— Pregunto mateo.

—Yo que se, pero que sea rapido, no me hago más joven — y volvio a jalar de su cigarro

Mateo nego.

—Y largo, camilo necesita que le ayudes a transportar una mercancía, supervisa, anda una rata entre nosotros y tengo una sospecha de que quizá sea sergio, se ha estado robando mercancía — dijo pedro.

Mateo asintió  y se levanto dejando el tema de la esposa que tenia que conseguir.

...

Había cosas que comuna 4 solia hacer.
Claro, hacian toda clase de cosas, gracias a eso estaban donde estaban.

Eran los más grandes exportadores de mercancía hacia españa y estados unidos.

Buscados por la policía, quienes no tenian ni una prueba de ellos, asi que vivían de lo más felices, venian un paso antes que la policia.

No había pierde o jugabas para palacios o no jugabas para nadie.

Claro tenían enemigos, eso no se iba a negar, habia unos cuantos que querían la cabeza de su padre y la suya, buscando ser los lidere de la zona.

Trato - TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora