Ángel Caído[ Demon2]

†capítulo 3†

-Pero no me refiero a esa clase de juegos. Sino ah, un juego distinto, en donde tú eres mi marioneta y yo soy tu titiritero Ashley-

Atte: Caleb Hansel_Ángel caído.

Ashley Crowell
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Mis ojos pesaban mucho, hasta era incapaz de abrirlos.

Me sentía demasiado débil pero el no se conformaba con eso, quería más, quería destruir mi alma, quería matarme por dentro, eso quería, y lo peor de todo,es que lo estaba consiguiendo.

-¡Ashley estoy en casa nena!-me puse en pie de sobresalto. Tal vez impresionada.

¿Que hacía Alaska aquí?

-¿Mamá eres tú?- escuché el insoportable sonido que trasmitían los patéticos tacones de puntas de mamá acercarse a mí habitación.

-sí nena.

Y me encontraba en el punto de que quería explotar y reventar, soltar todo ese peso cargado que llevaba apenas hace unos simples días.

Pero ¿Mi madre era opción?
¿Podía confiar en ella?

Esa Alaska Crowell que dicha es mi madre, no era confiable . La conocía y sabía a la perfección que si le soltaba algo, al día siguiente estaría vestida de blanco en una habitación blanca, bueno para ser más explícita, en un psiquiátrico.

-Traje regalos para tí-dijo al entrar en mi habitación, dejando a la vista una mujer de 36 años, con un cabello negro como el mío y ojos azules intenso, como los míos, dejando ver sus faldas de tuvo que le hacían ver más cuervas de lo normal- Lonan me invitó a cenar, dios es tan romántico.

-¿Lonan?-Alaska se sentó en la cama en donde quede con cara de "madre mía" al ver el rojo intenso que llevaba mi madre en sus labios.

-Mi novio, el que te presente por videollamada hace tres meses- respondió a mí pregunta con emoción.

-Mamá, hace tres meses me presentaste a Mikel-Mi madre era un caso perdido.

Desde la muerte de mi padre mi madre es más suelta de lo que fue habitual. Alaska es alegre y le gusta salir de fiesta, pero ahora a sobrellevado sus límites. Solía salir cada semana he incluso se besaba con muchos hombre e amigos de mi padre, pero desde su muerte ahora sale con chicos que apenas deben de tener 20 años.

-¡Oh, cierto! El también era muy atractivo y dios, era buenísimo en la cama..-me atraganté con mi propia saliva y comenzé a toser continuamente.

-¡Mamá!-exclamé con asco.

Odiaba que me contará sobre sus romances y aventuras sexuales con niños , comparando su edad, eran niños.

-Hag Ashley, eres demasiado boba, porque mejor no vas conmigo a la fiesta de hoy en la noche, no te voy prohibir que fumes y bebas, dile adiós a las reglas cuanto estés conmigo ajaja..-negué con decepción.

-No me gustan las fiestas y menos de andar de ofrecida abriéndole las piernas a cualquier chico con cara bonita y ahora, si no te importa, quiero dormir-Alaska no le importó absolutamente nada de lo que salió de mi boca, como ya era de costumbre.

-De hecho, solo vine a dejarte este vestido negro, es precioso y muy elegante, es uno de los más costosos en Inglaterra, bueno, quiero decir de qué mañana habrá una fiesta en la casa Crowell, y debes de asistir, no acepto un no por respuesta, mírate das asco, dios mañana arreglate y ponte bonita, vendrán los directores de la película Mar Negro, y como ya sabes, soy la protagonista ¡uyyy! bueno me voy-se puso en pie y le quitó algunas arrugas que tenía su falda de tubo-te espero mañana, sin falta y con algo decente y digno, no me hagas enfadar, no te conviene, así que obedece- salió por la puerta y una vez que sus tacones se alejaron lo suficiente, puede respirar bien.