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Durante las siguientes semanas Pudding no soltó a Sanji ni por un segundo, apenas se llegaba a sentir libre cuando la chica volvía a atraparlo, en su tiempo libre de la universidad, antes del trabajo, incluso de camino a casa, siempre salía alguna cita exprés que debía cubrir como novio, no podía decir no, a final de cuentas era lo que había acordado y lo que mantenía a su padre al margen.

Además, se le partía el corazón cada vez que intentaba zafarse y los ojos marrones de aquella chica se llenaban de desilusión, un caballero como él no podía hacer sentir mal a una dama tan bella. Su hermano siempre le decía que si no quería algo con una chica simplemente no intentara ser encantador con ella, eso iba para la situación de Pudding también, si no le interesaba de ninguna forma romántica o sexual simplemente debía dejar de actuar como un estupido príncipe azul de cuento de hadas, porque cualquiera caería ante ese trato; si bien Sanji suele asustar a las mujeres con su intensidad al actuar, cuando no intentaba coquetear con ellas era, sin dudas, encantador, por lo que no era para sorprenderse que tuviera a algunas chicas como admiradoras secretas que no llamaban mucho la atención.

Sin embargo, las cosas eran diferentes con Pudding, sea real o no, tenía una posición que todas las demás chicas no tenían, ella era la novia de Sanji, y tenía cierto poder gracias a eso. Según lo que Ichiji sabía por boca de Katakuri, su hermana menor se había tomado muy en serio el puesto y terminó por enamorarse de verdad ante la actitud tan caballerosa, atenta y amable del rubio.

Además, Kuri le dio un poco más de contexto sobre su vida, la vida de los Charlotte no era mucho más fácil que la de los Vinsmoke, claro, no había tanta violencia física a comparación de su día a día con Judge pero seguían viviendo con una tirana a final de cuentas. Linlin era una madre sobreprotectora y a la vez el mayor verdugo de sus hijos, en especial de quienes ella consideraba sus favoritos, como pasaba con Pudding, no solo tenía que soportar el cuidado extremo de su madre, si no también sus expectativas y los comentarios despectivos hacia su físico. Que de la nada Sanji la tratara con decencia mínima era la razón suficiente para tenerla comiendo de su mano.

Solo que los Vinsmoke no contaban con que la hermana menor del mayor de los Charlotte fuera obsesiva, leal y le haya agarrado varias manías a su madre. Que estuviera enamorada solo la volvería más caprichosa y recelosa, no dejaría ir al francés tan fácil porque era su juguete nuevo.

Aunque su presencia le impedía tener tiempo a solas o con sus amigos, no fue un obstáculo para que Zoro siguiera demostrándole su amor mediante presentes; las gerberas no podían faltar, aunque con diferente cantidad algunas veces, la mayoría de días recibía un ramo de seis gerberas con algún detalle extra y siempre una nota tierna a la manera del Marimo.

"Seis gerberas, otra vez. Me preguntó cuánto te tomara creerme, pero no importa, lo haré hasta que te convenzas de que estoy enamorado" eso decían las flores del día anterior y venían acompañadas de un café latte helado. Pero el día de hoy al entrar a su camerino del Newkama encontró un ramo de diez gerberas.

Se le había hecho ya una costumbre que lo ponía feliz todos los días, no había fecha en la que no recibiera un bello bouquet de flores de Green Bit y se sintiera el más afortunado. Repetía la misma rutina al aceptarlos; tomaba el ramo entre sus brazos, olía las flores por unos segundos, las miraba para contarlas con una sonrisa en el rostro y finalmente leía la nota que Zoro escribía mientras degustaba el detalle que acompañaba el ramo.

— hoy son diez gerberas — dijo Sanji a Ichiji. — y dejó una caja de Macarons.

— ¿Ah si? ¿Qué sabor?

— cuatro Macarons de rosas.

Alguna vez llegó a contarle al espadachín que le gustaba disfrutar de la repostería francesa, no era muy allegado a la cultura de ese país de Europa, después de todo Zeff lo crío, que aunque si tenía varias costumbres aprendidas como los demás Vinsmoke en germa, a diferencia de sus hermanos, era como si él hubiera sido criado con cultura mixta. Pero lo poco que tenía de Francia en el además de la sangre, eran los recuerdos de su madre. A ella le encantaban todos esos dulces, en especial los Macarons de rosas, siempre quiso poder prepararlos para ella, pero para cuando lo logro, Sora ya tenía muchos años de fallecida.

One of your Girls (Zosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora