𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒎𝒖𝒚 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐

165 34 5
                                    

Una beta cepillaba cuidadosamente el cabello de Ni-ki mientras otra sostenía en sus manos aquella corona de flores otoñal que debían usar los omegas en ese baile

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una beta cepillaba cuidadosamente el cabello de Ni-ki mientras otra sostenía en sus manos aquella corona de flores otoñal que debían usar los omegas en ese baile.

- Listo. Ahora le pondremos la corona - aviso la beta.

Ni-ki se quedó quieto para que aquellas chicas pudieran ponerle esa cosa sin ningún problema. Una vez listo las betas se retiraron con una pequeña reverencia, el omega fue a sentarse en la cama mientras esperaba a su alfa.

- Osito, ya vámonos - hablo Sunghoon ingresando a la habitación, su lobo aulló y empezó a dar vueltas de felicidad al ver a su
omega.

- No quiero ir — se quejó.

- Eres muy hermoso, osito - halagó acercándose a su omega para poder apreciar la belleza de su osito.

— ¿Me estás prestando atención? - cuestionó con un puchero.

- Luces muy hermoso... El día de nuestra boda también te veías muy hermoso - susurró sonriente.

- iHoonie! - grito para llamar la atención de su alfa.

- Perdón, es que enserio luces muy hermoso. ¿Que pasa, osito? - cuestionó.

— No quiero ir a ese tonto baile - respondió.

— Osito, tengo que ir y tú tienes que estar a mi lado. No puedo dejarte solo - sujeto la mano del castaño y le dió un suave beso - Prometo que regresaremos temprano.

- Bien, vamos.

— Estás tan hermoso como siempre, serás la envidia de toda la manada - comento
sincero.

Ni-ki se sonrojo al escuchar todos esos halagos, su alfa siempre lo hacía sentir muy bonito.

Ni-ki se sonrojo al escuchar todos esos halagos, su alfa siempre lo hacía sentir muy bonito

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El castaño miraba como varias parejas bailaban muy feliz y animadamente. Él estaba recargando su cabeza en el hombro de su alfa y aferrándose al brazo de este mismo. Estaba aburrido pero apenas llevaban una hora ahí, no podían irse aún.

Sunghoon observaba todo a su alrededor con tranquilidad pero miraba con desprecio y una mirada amenazante a todos los alfas que se atrevían a mirar a su osito.

𝑴𝒊 𝑶𝒔𝒊𝒕𝒐 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora