mi reino. mis reglas.
reino de Aeskrow
cuatro años despuésSus pies se plantaron aún más en la tierra mientras con los dedos jugueteaba con el filo de su daga, reflejándose la luna entre el metal pulido, el viento removiendo su cabello trenzado hasta la mitad evitando cierta incomodidad.
Aslaug levanta la mirada perdida en la daga hasta centrarse en la mujer con la mitad de su cuerpo metido en el arroyo detrás del castillo, donde las luciérnagas danzaban en el aire y los sapos cantaban cerca del borde. Podía escuchar susurros de su madre mientras sus dedos acariciaban las aguas cristalinas y la luna alumbraba su alrededor, guiando sus acciones. Su madre se balanceaba de un lado a otro mientras el viento comenzó a agitarse de forma agresiva, se levantó en el momento que su madre giró y el frío la hizo temblar levemente mientras sus pies eran guiados hasta el borde del arroyo, atajando entre sus brazos a su madre cuando cayó mareada hacia el frente.
—Madre —la reina palmea la cara de la mayor mientras sentía sus rodillas mojarse al rozar el cuerpo de Gyda—. Madre, ¿qué has visto?
—En el camino...—fue tan bajo el susurro que Aslaug tuvo que acercar su oído a los labios de su madre—. Ellos vienen.
—¿Quienes? —preguntó, impaciente—. ¿Quienes vienen, madre?
—Al que arrebataron su trono y el hijo bastardo lleno de rencor —le responde, conectando su mirada verdosa con la de su hija—. Ellos están en camino, Aslaug.
—¿Enemigos? —se queda quieta al sentir la fría mano hacer contacto con su cara.
—Freyja susurra, hija mía. Dice que guiarás su camino, que una nueva alianza se formará.
Aslaug ayuda que se siente aún sosteniéndola entre sus brazos y sintiendo el fuerte agarre de su madre por la ropa que llevaba puesta, susurros comenzaron a sonar y ella los oía en todos los idiomas conocidos y desconocidos.
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𝐃𝐄𝐕𝐈𝐋𝐈𝐒𝐇 𝐒𝐎𝐔𝐋 | 𝐭𝐡𝐞 𝐥𝐚𝐬𝐭 𝐤𝐢𝐧𝐠𝐝𝐨𝐦
Fanfiction𝐃𝐄𝐕𝐈𝐋𝐈𝐒𝐇 𝐒𝐎𝐔𝐋 | ❝ Todos somos sacados de la oscuridad. Traído a este mundo a través de la sangre y el dolor ❞ 𝐄𝐋 𝐈𝐍𝐈𝐂𝐈𝐎 de una guerra que iba empeorando cuando el Alba baja, aquellos hombres que llaman enviados del diablo acechan...