XXII

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Las vacaciones habían terminado. La noche pasada no había podido conciliar el sueño y mis ganas de levantarme ahora son escasas.  El celular vuelve a sonar, avisando que llevo 15 minutos en cama desde la primera alarma. Con mucho esfuerzo levanto mi cuerpo y lo dirijo al baño. Tardo unos 20 minutos en arreglarme y bajo las escaleras con pesadez. Mamá sirve mi desayuno y apresuradamente se despide de mí. Me quedo solo, no es novedad. Mamá había tenido más trabajo del normal, dejándome en soledad la mayor parte del tiempo. Por lo menos ahora podía pasar en la escuela un buen rato aunque eso no me alentaba demasiado. 

El claxon resuena en mis tímpanos, haciendo así que me levantara de mi asiento. Lavo mis dientes y tomo rápidamente mi mochila, abro la puerta. El pequeño Jeep rojo está frente a mí con un par de personas en ella. No puedo evitar sonreírles.

"Bro a que te gano de aquí a la universidad" Liam grita agitando sus brazos.

"Quiero ver eso" contesto subiendo al automóvil azul, ahora mio. Después de todo, la ida a Holmes había traído algo bueno a mí. Mi bebé.

"No creo que sea buena idea" comenta ella un poco asustada.

Los motores resuenan, una vez colocado en el camino al lado del Jeep.

"Tranquila, no creo que ganen" digo colocando mis lentes de sol y preparándome. 

"1" dice Liam.

"2" hablo yo.

"3" coincidimos al articular y piso el acelerador haciendo rechinar las llantas, el auto se movió y puedo ver por el retrovisor el Jeep de Liam siguiéndome. Me enfoco en el carril y pongo la música para ambientarme. En un segundo me había quedado atrás. 

"tortuga" grita mi amigo al rebasarme.  Llenando de cólera mi cuerpo, él no podía ganarme. Yo no podía perder. 

Acelero de forma repentina, cada vez más. Mi cabello empieza a golpear mi cara por el aire que fuertemente me pega. Liam cruza el semáforo, dejándome atrás. El verde está por cambiar y mi coraje crece. Piso más el pedal, el amarillo aparece. El sonido de un claxon junto con un grito ahogado retumba en mis oídos, el rojo se hizo presente. Piso el freno de golpe, mis pulmones exhalan e inhalan rápidamente. Mi mano posa en mi pecho, el cual sube y baja por consecuencia dé. Estuve a punto de morir. ¡Ése camión pudo aplastarme!. 

Los pitidos demandando que me moviera me hicieron reaccionar. El automóvil en marcha puse y a una considerable velocidad, llego al estacionamiento. Me posiciono un poco lejos de mi lugar habitual pues logro verlo ocupado por Liam. Cierro mi coche y camino hacia ahí. Harriet está en brazos de mi amigo, que la envuelve y ve hacia la nada. Me acerco más y puedo notar lo mal que Liam se ve, como si quisiera llorar pero por hacerse el fuerte no lo hace. 

"Hey, ¿todo bien?" digo una vez frente a ellos "¿están rompiendo?" bromeo.

"¡NIALL!" ella se suelta del abrazo y salta hasta mí, colgándose de mi cuello y enrollando sus piernas. La tomo de la cintura evitando que se caiga. "Estás bien, dios gracias, estás bien" grita emocionada haciendo que mi oído duela un poco.

"Claro que estoy bien, ¿por qué no lo estaría?" cuestiono.

"Creímos que el camión te había aplastado, no quise detenerme porque pensé que venías atrás, pero has tardado mucho y pensamos lo peor" dice Liam acercándose a nosotros.

"Vaya que si me he asustado pero sigo vivo" le contesto a mi amigo "¿has llorado?" me dirijo hacia ella que ya está de nuevo en el suelo.

"Si, pensé lo peor" dice sorbiendo su nariz. "Les dije que no era buena idea" nos ve a ambos con enojo ahora.

"Pero era divertido" se escusa Liam.

"No quiero que vuelvan a hacerlo" nos manda.

"Harriet" comienzo a lo que me interrumpe.

"No Niall, pudiste haber muerto, ¿tienes idea de lo que hubiera sufrido si algo te pasa?" dice alterada. 

"Hey, ven aquí" la abrazo de nuevo "te prometo que nunca volveremos a competir así" 

"¿lo prometes?" se separa para verme a los ojos. Esos ojos verdes esmeralda que me hacen estremecerme, recordando a mi mente a la persona que realmente amo. Al mismo que quiero olvidar y dejar ser feliz. Por el cual había decidido darme una oportunidad con ella. Porque sí, había acortejado a la castaña para olvidar a Harry. Porque ahora tenía una novia cuando en realidad lo único que quería era a un novio, varón. Pero nadie lo sabía y nadie tenía porqué saberlo.

"Lo prometo" digo y acto seguido me besa.

"Sigo aquí tortolitos" Liam interrumpe y todos reímos. 

Tomo a Harriet de la mano y nos encaminamos a la facultad. Llegado el momento nos separamos y, una vez más me besa. 


Camino al estacionamiento esperando ver ya ahí a mi novia. Siempre me esperaba hasta tarde que yo salía o en su reverso yo a ella. Caminábamos por el parque y la dejaba en casa de Liam antes de anochecer. Para mi sorpresa no estaba, seguramente algo se atravesó y tuvo que irse o salir más tarde. Saco mi celular para preguntarle dónde está. Pero como si fuera coincidencia este empieza a vibrar. La pantalla se ilumina avisando que es un mensaje.

"Amor, voy a quedarme un poco más en la facultad, ve a tu casa y has lo que tengas que hacer. Al rato si me lo permites, paso a verte, besos"



Una vez en casa aparco mi coche y me bajo de éste, entro en ella. Mi mochila es arrojada en el sofá y mis piernas me arrastran al segundo piso. Mi cuarto me recibe con felicidad y mi cama pide a gritos que me recueste en ella. Lo hago. Tal vez dormir caiga bien después de todo. Había sido un día difícil, casi moría. Y algo en mí me molestaba desde que la palabra novia estaba en mi vocabulario. Ése algo no me dejaba en paz. Sabía perfectamente qué era. Yo no la amaba.



All the love A xx.

Lost boy [n.s. fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora