IX

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Querido y apreciado sábado, ya me tocaba despertar hasta tarde, por alguna razón me siento más deprimente hoy y realmente ni el porqué, me encuentro sentado al borde de mi ventana, observándole como si ésta fuera de lo más entretenido. Sólo quiero encontrarme aquellos ojos azules, por más que les deteste, los necesito, lo necesito de vuelta me siento perdido pero nadie logra entender.

que si él estuviera aquí yo me tiraría al piso a lloriquearle o tal vez no, tal vez le ignore y sea él quien llore, o tal vez hablemos civilizadamente y seamos amigos o tal vez me bese y diga que me extraña y me lleve con él a Mullingar, pero a quien engaño, él sólo va a ignorarme.

Gemma ha estado constantemente en el marco de la puerta, sólo supervisando que no hiciera locuras pero ni ganas de eso tenía, lo que tenía eran pulsaciones en el pecho y no sabía el porqué, por la ventana pude notar a un par de niños pateando el balón y éstos me recordaron a Zayn y a Niall, cuando les vi jugando de igual forma, hace 7 años aproximadamente, ellos me habían invitado pero yo era muy testarudo y Niall me ayudo en todo, fue cuando sentí chispas y supe que algo en no era normal. Con sólo 13, yo ya amaba a Niall.

¡Por fin es hora y es sábado!, no he podido ir al bar porque el trabajo me tiene exhausto, observo mi closet, tengo que cambiarme ya pues el trabajo consiste de higiene, sin embargo le veo, los tomo y me los pongo, los mismos pantalones, la misma camisa y por concuerde, la misma sudadera del día de su partida, tomo mi cartera que gracias a mamá-quitándome-el-salario ya no pesa tanto, salgo de mi habitación, y mamá al verme decide hablarme pero sólo le ignoro y salgo poraquella puerta con el frío aire de Cheshire pegándome, ya es pleno invierno.

Camino "sin rumbo", aunque sabía a donde me dirigía, mis pies temblaban y no era de frío, algo no andaba bien y con cada paso que doy, mis latidos aumentan y mis manos  sudan. Volteo a ver aquella casa naranja donde solía vivir el ojiazul y las lágrimas empezaron a brotar, le observo por más de treinta minutos y por último echo un vistazo a aquel letrero: "vendida".

Mi estomago se encoje y vuelvo a caminar, sólo un par de cuadras más, para llegar a mi ahora lugar favorito, aquel bar en ruinas. Al entrar fui directo a la barra, tomé asiento y bebí. Bebí para sentir el fuego de garganta, realmente me sentía fatal. Lloriquee y bebí. Le maldije y bebí. Pronuncie cuánto lo amaba y bebí. Me enojé y bebí. Desee que muriera y bebí. Lamenté su partida y, estaba al lado de .

All the love A xx.

Lost boy [n.s. fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora