Y despierto de ese sueño, encontrándome en el día presente, muchos años después del incidente. Tenía aproximadamente 12 años cuando ocurrió el choque.
Me encontré sentándome en mi cama tras despertar de aquel sueño. Y respiré con mucha brutalidad y mucha agitación, como si estuviera corriendo una maratón o algo por el estilo. Toqué mi corazón, que no paraba de latir rápidamente. Suspiré levemente. Tardaron 10 segundos para que mi corazón dejase de latir de forma rápida. Tras esos 10 segundos pasados, me tranquilicé. E inhalé y exhalé de forma calmada.
Después de hacerlo, giré hacia mi nuevo celular que está en el mueble, al lado de la cama. Lo tomé y lo prendí, revisando la hora. Eran las 6:47 de la mañana. Tras ver la hora, suspiré. Afuera de la pieza, ya estaba amaneciendo. El sol ya estaba saliendo. El pueblo en el que yo ahora vivo se llama Colina De Roble.
No es un pueblo tan reconocido, que digamos. Al menos tiene un club nocturno, un parque de diversiones (no tan explícitamente grande), varios bares, panaderías, varias tiendas que hasta venden helados para que la gente pueda sobrevivir al calor intenso. La verdad es que en ese pueblo, el clima no es muy amistoso ni agradable. Siempre hacía calor, y hacía frío en las noches. Justo como en Santiago Centro en verano, si sube la temperatura, te puedes morir de calor. Aparte, el suelo es arenoso. Si te caes, te sacas la cresta sin lugar a dudas. Sí... Ahí vivo yo. En el infierno caliente mismo.
Ya a las 7 de la mañana, me alisté para ir al colegio. Era la clásica prenda de vestir de los colegios clásicos y típicos, los colegios comunes y corrientes: Las prendas grises. Los muchachos con pantalones grises y sin vida, las chicas con faldas grises y sin vida. Las prendas no tenían vida, no tenían color, no tenían un aire a frescura. Solo eran grises, deprimentes como un día nublado.
Apenas terminé de ponerme la prenda del colegio, caminé con mi mochila lista hacia la puerta de la pieza. La abrí y salí de la pieza. Caminé hacia la cocina, y en el comedor, un hombre estaba sentado, leyendo el diario.
Él tiene alopecia, pero no usa lentes. No tiene rasgos tan atractivos que digamos. No está casado y no tiene hijos. Yo tampoco lo consideraría tan guapo, ni tan atractivo. Ricardo Marsh. Mi tío. Lou estaba durmiendo en su pieza, ya hablaremos de él más adelante.
Llegué hacia la cocina, y abrí el refrigerador, encontrándome con un pote rojo y cuadrado con un pan con jamón y queso dentro. Lo tomé, abrí mi mochila y puse el pote con el pan dentro de esta. Caminé hacia la puerta de entrada de la casa de mi tío.
"¿No tienes que decirme algo antes de salir?" dijo Ricardo, sin desviar su mirada del diario que estaba leyendo. Yo me congelé apenas escuché su voz, y cerré mis ojos, quedándome parada justo al frente de la puerta principal. No me atreví a girar hacia él. "¿Y? Yapo, Marlo, responde mi pregunta". Yo solo atiné a abrir la puerta y salir caminando rápidamente de ahí.
Salí de la casa de mi tío, y caminé rápidamente hacia el barrio. Saqué mi celular con mis audífonos. Los conecté, y altiro puse una canción para escucharla mientras caminaba hacia el paradero de micros que me dejaba cerca del colegio al que yo iba. "Fly" de Bloodwitch. Escuché la canción, relajándome de todo, mientras seguía caminando.
A mí me gusta hacer esto: escuchar música y canciones mientras camino por algún lugar. Me relaja, me hace sentir bien. Me desconcentra de todo lo que está mal en el mundo actualmente. Ese es el poder de la música, te cambia tu estado de ánimo apenas empiezas a escucharla.
Yo caminé y llegué (después de 10 minutos) hacia el paradero de la micro que me dejaba cerca de mi colegio. Yo esperé sentada, tranquila y sin molestar a nadie. Luego de 5 minutos, la micro llegó, y la tomé sin problema. Dentro de la micro, no había una gran horda humana. Solo había poca gente, dando por hacer que aprovechara el momento de escoger un asiento para poder sentarme, mientras miraba el pueblo pasar. El sol iluminó la mañana. Todo era muy hermoso. Lo único bueno de este pueblo es su vista, casi como de película.
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Mala Sangre Presenta: MARLO
VampireMarlo Marsh, una chica introvertida y tímida, es sujeto de bullying escolar y maltrato en su hogar. Su vida cambiará cuando conoce a sus nuevos vecinos, quienes guardan un oscuro - e inhumano - secreto.