༻𝑰𝒏𝒋𝒖𝒔𝒕𝒂 𝒓𝒆𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 ༺
— Itadori-kun... que bien hueles.— le susurró cerca del oído, antes de mostrar sus enormes colmillos y morder el collarín de seguridad que se interponía entre la zona donde yacía la glándula Omega y él.
Como nuevo profesor sustituto, Gojō Satoru llegaba a la preparatoria en su primer día de clases.
Antes de iniciar con sus actividades, aquel hombre peli blanco decidió organizar su material en la privacidad de la sala de profesores.
Lugar donde todo marchaba absolutamente bien, hasta que alguien irrumpió .~ Nanami-san me envía con usted para ayudarle en lo que necesite.
Ese chico peli rosa de enormes y brillantes ojos dorados hacía su aparición, prestando su servicio al mayor, quien, apenas lo vio mostró una sonrisa, sin embargo, sus palabras no consiguieron salir ya que un fuerte aroma a Omega asalto sus fosas nasales.
~ ¿Se siente bien?
Se aproximó a toda prisa, tomando su brazo para evitar que cayera, no obstante, ese gesto sólo empeoró las cosas, provocando que un calor inexplicable se desatara en el albino.
Y luchando contra sus instintos, mantuvo la cordura hasta donde pudo, antes de sujetarlo con fuerza y obligarle a subir sobre su regazo, aspirando más de ese embriagante aroma que emanaba el menor.— Sensei.— con un rubor en sus mejillas, Yūji no podía ignorar la enorme erección de su profesor, misma que comenzaba a enterrarse en su trasero.— Detengase.— pedía por lo bajo.
— Un poco más.— soltó.— Déjame sentir tu piel un poco más.— mencionó, casi como una suplica, al tiempo que sus manos se colaban por debajo de las prendas ajenas.
— Sensei.— volvió a llamarle.
— Seré gentil.— olvidaba por completo de quien se trataba.— Te aseguró que te haré sentir muy bien.— su lengua comenzó a lamer aquel collarín.
Deseaba arrancarselo con los dientes, pero no lo haría hasta que la tensión desapareciera del Omega.
Podía sentirlo, su cuerpo no dejaba de temblar, aun si no hacía nada para evitarlo.— Sensei.— pronunció una última vez, antes de tragar saliva con dificultad.
Incluso si buscaba negarlo, su cuerpo estaba reaccionando al toque del mayor.
Siendo un adolescente en crecimiento, el libido estaba a flor de piel.— ¿Puedo hacerlo?— pidió permiso.
Deseaba sentirlo aun más cerca, saborear su tersa piel blanquecina y recibir más de esa fragancia que le estaba haciendo perder la cabeza.
— Esta bien, sensei.— aceptó, sin saber que era lo que le esperaba en manos de ese Alpha albino.
Tuvo su primera vez en aquella habitación, dentro de la escuela preparatoria.
Recibiendo caricias y besos en cada rincón de su cuerpo, produciendo sonidos tan vulgares, que él no podía soportar tal vergüenza.Sin embargo, se concentró en disfrutar aquel momento, cumpliendo una fantasía que sólo en sus más profundos sueños creería poder cumplir con otra persona, siendo tan joven todavía.
Satoru lo sabía perfectamente, el aroma que ese Omega desprendía era el de su destinado... aquella alma que se veía obligada a complementar la suya.
Ahora, sintiéndose más que feliz y emocionado por haberlo encontrado, no permitiría que nadie lo apartase de su lado por ningún motivo.Pero, había un gran obstáculo en su camino.
Itadori no era una hembra.
Nacido como Beta en una familia de Omegas, Yūji debía fingir serlo para no perder su lugar en la escuela a la que pertenecía, la mejor del país, exclusivo para Omegas y Alphas.
Recibiendo un baño de feromonas por parte de su hermano mayor, quien ya se encontraba en la Universidad.
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Injusta realidad [GoYuu] [Omegaverse]
FanfictionItadori lleva una vida "ordinaria" en la preparatoria, alejado del resto ya que guarda un secreto... no es un Omega como todos creen. Gracias al baño de feromonas que recibe de su hermano mayor es que logra pasar desapercibido, hasta que una person...