Días de primavera [GoYuu] [UA]

~ El plan.

༻ Días de primavera ༺

— Senpai... ¿A qué se debió ese beso?— preguntó, sintiendo un poco de confusión en el interior.

Aunque había sido muy bueno y su estómago sentía un leve cosquilleo, Itadori no olvidaba las palabras que había mencionado antes el peli blanco.
En silencio, Gojō miró el rostro del peli rosa durante algunos segundos, antes de responder a la pregunta.

— Sólo tenía ganas de hacerlo.— dijo, antes de atacarlo nuevamente, esta vez utilizando su lengua para abrirse paso en la cavidad del más bajo.

Quien, apenado por hacer algo así, no supo que hacer y únicamente se dejó envolver por los brazos del más alto.
Permaneciendo juntos durante largos segundos, hasta que la falta de aire en sus pulmones los obligó a separarse.

— ¿Vas a decirme que esta sucediendo, o planeas seguir besandome hasta llevarme a la cama?— soltó con sarcasmo, utilizando una expresión sería.

Lo estaba disfrutando, pero sabía que había asuntos más importantes que atender.

— Lo siento.— se disculpó.— Estaba un poco emocionado por verte.— aunque no todo estaba resultó, sentía un gran alivio al saber que había una pequeña probabilidad de salvarlo.— Quería que fueras la primera persona que escuchará esta noticia.— sonreía débilmente.

— ¿Esta todo bien?— sujetó su rostro con delicadeza, conectando ambas miradas en una sola.— ¿Para que necesitaban verte en esa junta?— interrogaba.

Sin más, Satoru sería honesto con la primera parte.

— El director Gakuganyi y el profesor Yaga saben que estamos buscando el Gokumonkio durante las misiones al extranjero y las otras ciudades.— comenzó a explicar.— Dijo que no piensan interponerse, aunque tampoco van a ayudarme.— mintió.

Pero seguía tan molesto por dentro, que ni siquiera pensaba considerar la alternativa que ellos le dieron y simplemente haría su propio plan.

— ¿Lo dices en serio?— abriendo los ojos con sin igual sorpresa, el menor escuchaba atentamente.

— Si, así es.— suspiro.— Me dieron una pista que me será muy útil para encontrarlo muy pronto.— volvía a mentir.

Aquellos hombres le habían dado la ubicación exacta del artefacto y quien lo tenía en su poder.
Pero no diría nada de eso, guardaría silencio por el bien de ambos, ya que, entre menos supiera Yūji, no se pondría en peligro.

— Que alivió.— respiro con tranquilidad.

Tenía que aceptarlo, en el fondo estaba feliz de poder salvar su vida y no dejar sólo a Satoru.
Abrazando rápidamente al mayor para brindarle un poco de su ayuda, lo único que restaba era ir tras el.

Sin embargo, a Gojō no se le veía realmente convencido de todo ello.

— ¿A mí si vas a decirme la verdad?— interrogó con seriedad.

Estando de pie bajo el marco de la puerta, Getō aparecía en la habitación del peli blanco para enfrentarlo.
En los últimos dos días pudo notar ese abrupto cambio en su actitud, de verse sumamente protector y alerta, ahora se le veía distraído y muy pensativo.

A pesar de que nadie le tomaba importancia, Suguru sabía que algo no iba bien y todo había comenzado desde que regresó de tener su charla con Yaga.

— ¿De qué hablas?— no le dio la cara, siguió concentrado en su ropa.

Buscaba nuevas prendas para llevarlas a la habitación de Yūji.

— Por favor, no quieras hacerte el listo.— dio un paso más hacía adentro.— Ambos sabemos que algo te esta molestando.— decía.— No tienes que fingir conmigo, así que habla de una vez.— ordenó, ya de malas.