Prólogo

4.1K 264 35
                                    

Christian POV

-¡No me mires! -gruño hastiado, frustrado sexualmente. 

-Lo siento amo. Castígueme. -La miro desde el pie de la cama. Ella mantiene la cabeza baja. No lo hare. 

-Levántate y sal. -ordeno. Ella hace lo que pido y me deja solo en mi cuarto de juegos. Es la... décima quinta sumisa con la que no logro correrme. Todas han durado menos de un fin de semana y ella no será la excepción. No se lo que me pasa. Siempre termino dándome placer en la ducha. Ninguna me ha logrado satisfacer, ya he probado todas las escenas posibles y se repite el mismo resultado. 

Necesito ver a un doctor. Sera que ya no sirves. ¿Será posible? ¡No! Necesito ver a un doctor y a Flynn. Necesito hablar con él.
Elena... si, necesito alguien que me conozca.

Salgo de mi cuarto de juegos y me dirijo a la habitación de sumisas y ahí esta ella. Apenas me ve agacha la cabeza.

-El contrato se término. Puedes irte. -le informo

-Taylor te llevara donde le indiques y recuerda el acuerdo que firmaste. -Sin mas cierro la puerta de la habitación antes de que diga nada. Me dirijo al despacho de Taylor.

-La señorita Patricks se ira hoy.

-Señor. -asiente, pero mira extraño y francamente no me importa.

-Sabes lo que tienes que hacer. -le recuerdo.

-Si, señor. -Asiento con la cabeza y salgo de su despacho. Necesito una ducha.

Treinta minutos más tarde estoy vestido con jeans oscuros, camiseta blanca y descalzo en mi habitación. Llamo a Elena. Al segundo tono contesta.

-Christian, querido ¿qué te pareció Eloise?

-Se va hoy mismo. -gruño mi respuesta.

-¡Wow! ¿Tan mal estuvo? -dice... ¿Sorprendida?

-Tenemos que hablar. Hoy. En Escala. -y es una orden.

-Voy para allá. -cuelgo.

Salgo de mi habitación en busca de Taylor. Él viene saliendo del ascensor.

-Señor, la señorita Patrick's acaba de retirarse.

-Bien. La señora Lincoln estará aquí en unos minutos. Hazla pasar a mi estudio. -Asiente y se retira con una leve mueca de disgusto. A Taylor no le agrada Elena, pero no tiene porque, él solo tiene que hacer su trabajo.

Me siento en mi silla viendo hacia Seattle a través del ventanal. Tomo mi BlackBerry y llamo a Flynn, mejor dicho a su consultorio y reservo una cita para el martes a primera hora.
Suspiro y me pregunto por milésima vez en cuatro meses ¿Qué diablos me pasa?
¿Sera que mi amiguito ya no me funciona? Eso es cuestionable, te funciona en la ducha. Es cierto. Pero, ¿porqué no logro correrme? A menos que sea a través del sexo oral. Si, si me hacen un oral puedo hacerlo, pero por el acto sexual físico, me es imposible. Quizás lo que necesitas es algo diferente, no simple sexo mecánico. ¿Sera posible? ¡Diablos! ¿Flores y corazones? No soy de esos. Nada pierdes con intentar, ya has probado todo tipo de escena con tus sumisas en estos cuatro meses. Pero no puedo dejar que me toquen. Diles que no lo hagan. ¡Por Dios! Y las pesadillas cada noche son peores. Sin duda necesito a Flynn. ¿Sera que el sexo vainilla pueda funcionar? ¿Nada pierdo con probar cierto? Exacto. La duda me invade. 

Cincuenta Sombras Diferentes (Fanfic FSOG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora