Las lunas estaban listas para viajar e ir a atacar a la tierra cuando escucharon un estruendoso grito a la lejanía.
Eso llamo la atención de todos, después de todo esa era el sonido de la voz de el planeta tierra...
las lunas se miraron unas a otras...
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La tierra estaba de camino a disculparse con titan, y con todas las lunas por sus palabras y su antiguo comportamiento narcisista, con la intención de parar la revolución lunar de una vez por todas. Marte y Venus resultaron heridos intentando protegerlo pesé a la forma en la cuál anteriormente se habia comportado con ellos.
El estado bastante conmovido y se encargará de que sus heridas valgan la pena, no permitirá que las lunas cometan errores de los que puedan arrepentirse. Caminaba con confianza y determinación dentro del cinturón de asteroides, con una mirada inquebrantable y llena de una sorprendente amabilidad recientemente tomada gracias a la ayuda de mercurio y su querida luna.
Su pasó confiado vaciló al escuchar como detrás de el unos asteroides chocaron sin razón aparente, sentía que lo miraban fijamente, no una o dos miradas cientos de miradas, lo dejarían paralizado por los nervios.
'¿Serán las lunas?,El penso después de todo habrá llegado demasiado tarde para detener el ataque contra el ?'
Repentinamente sintió como algo pequeño comenzaba a escalar su cuerpo, el bajó su mirada lentamente con la respiración apresurada, y lo vio era una cosita pequeña casi del tamaño de una luna muy pequeña.
Los pequeños ojos lo miraban fijamente casi...curiosos?, 'Bien solo es una cosa pequeña e inofensiva penso tierra' Suspiró aliviado y levantó su mano en dirección a la pequeña "cosa", pero justo cuando logró sacarla de su pierna sintió como poco a poco otras cosas subieron por todo su cuerpo.
El hizo lo que cualquier cuerpo celeste sensato haría......Gritar.
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"Escuchaste eso?"-dijo marte conmocionado y bastante adolorido, las lunas realmente lo hirieron con esos asteroides-
"!Caraj@!"'Maldijo Venus -"¡no debimos dejar solo a la tierra!"- "¿¡y si le hicieron algo!?"
Ambos se miraron con horror, y ignorando sus cuerpos adoloridos comenzaron a correr en dirección de donde provenía el grito de su amigo habitable.
Se volvieron a golpear con algunos asteroides al ir demasiado rápido, todo von el pensamiento de llegar a proteger a la tierra de todas esas lunas desalmadas. Fueron seguidos involuntariamente por mercurio estaba siendo arrastrado por la gravedad de los dos planetas mas grandes, llevándolos por accidente en su prisa por llegar.
