10-Apostando para tenerte

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De cuclillas e intentando ser lo más silencioso posible,martin fue hacia la puerta para abrir a Juanjo, quién ya había entrado al edificio y estaba subiendo las escaleras hasta llegar a la planta en la que martin vivía.
Con mucho cuidado y delicadeza, giró el pomo de la puerta,encontrándose unos ojos verdes unos centímetros más arriba de los suyos,una mirada que se veía tímida a la vez que ilusionada,un pelo despeinado después de haber subido las escaleras corriendo,y un cuerpo que se hacía paso al interior de la casa.
Martin le sonrió con los ojos,e invitó a seguirlo con un gesto de cabeza,le dirigió hacia la terraza,donde la oscuridad los cubría y las paredes funcionaban como barrera silenciosa.

-Wow,es bastante grande,desde abajo no lo parece tanto-juanjo se paseaba por el espacio abierto,pudiendo ver las calles despejadas,quizá con algún coche pasando a esas horas tan tardes,podía ver algún murciélago acercándose a la luz de las farolas más cercanas,y también podía ver los ojos de martin llenos de curiosidad.

-¿Por qué has venido?Es súper tarde,encima están mis padres en casa,espero que no se enteren,que sino luego me empiezan a dar una charla super rara de las suyas,¿y cómo sabías que estaba aquí?no entiendo Juanjo y esque enci...

-Que mono con el pijama de Snoopy -martin sintió como se desintegraba en ese momento,sus mejillas tornaron un color rojizo a pesar de que por la poca luz apenas se veía,su respiración de cortó y ya no sabía ni lo que acaba de decir-me dijiste que a veces salías a la terraza, cuando hacía buen tiempo,como hoy,para despejarte,y hoy ruslana ha salido,me ha dicho que tú no ibas,asique supuse que estarias aquí

-Pero,¿pero por qué vienes?-no lograba captar nada de lo que decía,lo intentaba,enserio que sí,per mil dudas invadían su cuerpo,quizás la explicación era tan simple como que se había acordado de él y quería pasar el rato,pero su corazón sentía que iba más allá,que había una razón con un gran significado,no entendía por qué Juanjo no había salido con ruslana y el resto de amigos,no comprendía en que momento había decidido atar cabos para ir a su casa,no lograba saber por qué él mismo le había abierto la puerta corriendo el riesgo de que sus padres le escucharan meter a alguien en casa.

-Hay cosas que son bastante difíciles de dejar de lado-dijo mientras se sentaba apoyando su cabeza en la pared,mientras que martin le miraba fijamente,tratando de ordensyr el esquema mental que se había formado hace unos minutos-tú eres una de esas cosas

El corazón de martin comenzó a acelerar tanto que lo escuchó romperse,lo escuchó romperse porque aquello le dolió,le dolía que dijera esas palabras porque las sentía llenas de mentiras y falsedad,porque si tan importante era nunca se habría marchado de su lado,jamás le habría dejado de dirigir la palabra,ni hubiera vuelto tan repentinamente sin dar explicación de nada, escuchó su corazón romperse porque llevaba años esperando que le dijera algo que le hiciese sentir querido,un rayito de luz cargado de esperanza sobre una amistad que se había desvanecido de la noche a la mañana,pero que seguía latente en sus recuerdos.

Martin lentamente se acercó a él y se sentó a su lado,con la mirada al frente,fija en el murciélago que revoloteaba alrededor de la farola,inmerso en sus pensamientos,sin saber que decir,sin ni siquiera saber si debía decir algo.Lo miró de reojo,y a continuación lo miró fijamente,el contrario hizo lo mismo, clavó sus ojos en los suyos,intentando adentrarse en su mente,abrazar sus pensamientos y darle las respuestas que buscaba,pero no podía,no aún.

Y parecía que martin lo entendía,porque decidió que esa conversación que les aguardaba debería ser aclarada cuando estuvieran ambos preparados.

-Me has pillado dibujando

-Anda,me alegro mucho,hace nada me dijiste que ya no lo hacías

-Ya...pero hoy me sentía inspirado...¿quieres verlo?

Las Cartas Sobre La MesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora