Epílogo

28 2 0
                                    

13 de octubre

Jimin y Jungkook llevaban poco más de un mes saliendo, si, aún no eran nada oficial, pero habían hablado sobre sus sentimientos y como no querían que su amistad se arruinara. Que podían ser novios a futuro o mucho más, pero esa complicidad siempre estaría entre ellos.

Tenían demasiada confianza el uno con el otro. Jungkook se desvivía por Jimin y así al revés, pasaban muchas horas juntos y parecía que hasta vivían juntos ya, pues Jimin pasaba más tiempo en casa de Jungkook que en la propia.

Y no hablando precisamente.

Ese día era el cumpleaños de Jimin, así que si, Jungkook tenía planeado un gran regalo, pero antes de darle la sorpresa correspondería al regalo que su persona especial le había dado.

Así que mientras veían una película el gran regalo inicio.

Estaban en el dormitorio de Jungkook acostados mientras le ponían atención a la cinta, pero Jungkook tenía otro objetivo, sin quitar su mirada de la televisión comenzó a deslizar su mano por los muslos de su Jimin.

Acariciaba con todo el amor del mundo la suave y blanca piel del chico, su tacto era delicado y cálido y provocaba muchas cosas. Comenzó a deslizar su mano por dentro de la tela de los shorts que cubrían su cuerpo.

—Pon atención a la película, Mimi.

Un suspiro salió de los labios de Jimin, al sentir los dedos de su, de su algo rozar con su ropa interior. El era un hombre sensible y Jungkook lograba cruzar los límites de la compostura con el.

Para ese punto la película había pasado a segundo plano, lo importante eran ellos y tocarse, sentirse cerca y sacar ese deseo de sus cuerpos. Y como si sus manos quemaran al no estar en contacto con el cuerpo del contrario comenzaron a tocarse con desesperación y deseo. Como si fuera la primera vez.

Jungkook tomó el control de la situación colocándose sobre el cuerpo del más bajo, Jimin sabía que en esa situación no importaba la edad, Jungkook era el que tomaba el control siempre, y le encantaba.

Le fascinaba ser dominado por Jungkook, ser usado para su placer, era una sensación de poder indescriptible, era como ser el amo del mundo al ser el causante de tal placer en el contrario, como ser el único para el.

Y lo era. Para Jungkook solo existía Jimin y se lo demostraba siempre.

—Jimin, ¿Puedo?

No entendía a lo que se refería, es decir, habían tenido sexo como cincuenta veces en esas semanas, no había necesidad de pedir consentimiento, pero entendió que no se refería específicamente a desnudarlo, comprendió el porqué de su pregunta cuando sintió su cálido aliento contra su entrepierna.

—Uh Jungkook, si, por favor, sí —eso era todo lo que necesitaba para saber que querían lo mismo.

Jimin estaba ante la expectativa, nunca había vivido algo como eso, normalmente era el encargado, así que no sabía cómo se iba a sentir. Pero dios.

Sintió como el menor empezó a masturbarlo, su mano tenía un ritmo lento pero lo suficientemente satisfactorio, sabía que lo estaba anticipando y no sabía cómo reaccionar, pero era consciente de lo mucho que lo iba a disfrutar.

Estaba perdido en el placer que le provocaba la mano de Jungkook al envolver su miembro. Tenía los ojos cerrados pero cuando sintió la calidez de la boca de su casi novio envolver la punta sintió una carga de placer que nunca había sentido.

Era el cielo. Un gemido pronto salió de entre sus labios y Jungkook entendió que lo estaba disfrutando, que estaba haciendo un buen trabajo.

Por un segundo se separó pero no tardó nada en cuanto comenzó a chupar de la base a la punta y succiona la punta, se siente delirar. Como si sus ideas desaparecieran y solo pensara en la imagen de Jungkook con la cabeza entre sus piernas.

Se sentía devorado y le encantaba.

Su mente quedó en blanco cuando Jungkook introdujo todo su miembro a su boca, abultaba sus mejillas y lo tomaba por completo, jugando con su lengua. Su cabeza subía y bajaba causando una leve fricción con sus labios delgados.

Era un placer indescriptible, sentía explotar en su interior. Sus piernas temblaban y sus ojos perdidos en la vista que tenía ante el.

Jungkook delineaba las venas marcadas en el miembro del mayor, lamia y chupaba la extensión con vehemencia. Jimin estaba fascinado, sentía nuevas sensaciones recorrer desde su vientre ingle hasta las puntas de los dedos, era increíble.

Tenía una vista excitante frente a él, a Jungkook, el chico que lo vuelve loco viéndolo mientras rodeaba su erección con los labios, entonces no aguantó más. Sintió como toda su esencia se escurría entre los labios de Jungkook. Vio cono el chico se separaba de él y Dios. Se veía increíble, tenía los labios algo hinchados y los ojos llorosos. Era como ver una ibra de arte, la más pecaminosa.

--Feliz cumpleaños.

--Ja ese también fue un buen regalo--dijo Jimin aun intentado recuperar la respiración normal. Pero Jungkook no le dio tiempo pues atacó sus labios, besándolos con intensidad.

La noche a penas comenzaba, nuevamente esas cuatro paredes eran testigos de una gran noche.

La noche a penas comenzaba, nuevamente esas cuatro paredes eran testigos de una gran noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No es el epílogo que esperaba, pero me alegra darle el cierre que quería para esta historia, es algo corto pero espero haya quedado bien, nos leemos pronto 🤍

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No es el epílogo que esperaba, pero me alegra darle el cierre que quería para esta historia, es algo corto pero espero haya quedado bien, nos leemos pronto 🤍

Un regalo para Jungkook | Kookmin AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora