Ella que solo se ama a sí misma (Naruto x Fem Gaara)

Capitulo 26

De todos los lugares en los que Gaara había esperado ser emboscado, en medio de un poblado algo poblado se había sentido como el más improbable. A plena luz del día, nada menos. En muchos sentidos, había sido su propia culpa. Optar por dar un paseo sin sentido probablemente no fue la decisión más sabia en su situación actual, pero la pelirroja lo había hecho de todos modos. La caminata había comenzado bastante agradable. La gente era en general bastante amigable, con una anciana incluso refiriéndose a Gaara como "la cosa más linda" que había visto en algún momento, pero se había vuelto todo menos tranquilo con bastante rapidez. Cualquier ninja de cualquier valor era capaz de detectar el peligro inminente, tipo de sensor o no.

Siempre comenzaba con una sensación sutil de inquietud, una sensación persistente de que algo andaba mal. Luego tendía a progresar hacia un nerviosismo genuino, que rápidamente evolucionaba hacia una concentración más aguda. Era un proceso que una persona necesitaba dominar si esperaba sobrevivir en un mundo lleno de peligros. La concentración de Gaara efectivamente se agudizó, pero no lo suficiente como para evitar el peor comienzo posible para la pelea que se avecinaba. Ese mal comienzo comenzó con un kunai que pasó zumbando junto a su rostro y le cortó la mejilla.

Imperturbable como siempre, la pelirroja simplemente entrecerró los ojos y miró a su alrededor mientras los civiles del municipio observaban en un silencio presa del pánico. Claramente nunca habían visto un combate real antes. No en persona. Su reacción en realidad le sirvió a Gaara, ya que le facilitó significativamente la tarea de determinar quién era y quién no una amenaza. En cuestión de momentos, Gaara había identificado a ocho individuos cuya postura y comportamiento no encajaban con los que los rodeaban. Una vez superado el proceso de identificación, Gaara comenzó a reflexionar sobre lo que planeaba hacer.

"Naruto está en el extremo opuesto de la ciudad y no es un sensor. Probablemente estoy sola. Que así sea. Tengo la libertad de terminar esto como quiera", pensó para sí misma mientras las ocho personas que había elegido en silencio se movían al unísono. Había adivinado correctamente, lo cual era bueno, pero también estaba siendo rodeada, lo que decididamente no era bueno. Decidiendo despejar el área, Gaara permitió que su arena explotara de su calabaza en todas direcciones. La enorme nube de arena flotó y se retorció a su alrededor como un espectro, enviando a la multitud a su alrededor a una retirada temerosa.

Después de un momento, lo único que quedó fueron las personas que la rodeaban. Echando un vistazo a cada uno de ellos individualmente, Gaara se aclaró la garganta.

—¿De verdad tiene sentido mantener las apariencias ahora que estamos tan metidos en esto? Tus henges no tienen importancia —preguntó, cruzando los brazos sobre el pecho mientras hablaba. Aunque no recibió respuesta verbal, las figuras que la rodeaban cambiaron de apariencia. Ahora se parecían a los ANBU de Konoha, aunque con ligeras diferencias. Sus máscaras eran muy parecidas, pero su vestimenta era de un color más oscuro y menos uniforme.

"Pensé que tendríamos más tiempo. Cambiamos de trayectoria hace cuatro días, y de manera bastante brusca. Tal vez ellos predijeron esto", pensó la pelirroja para sí misma. La llegada de los Cazadores ciertamente complicó las cosas. Dependiendo de lo difícil que resultara la tarea, retrasarían la carrera de ella y Naruto hacia la costa, y la batalla en sí probablemente iniciaría rumores en toda la región en la que se encontraban actualmente.

"Sería prudente que nos dijeras dónde se encuentra Naruto Uzumaki en este momento. Revela esa información y quizás te dejemos con vida", dijo un cazador a su izquierda. La pelirroja desvió la mirada hacia el hombre que había hablado.

"¿No se supone que debían rescatarnos? Para eso creía que estaban los cazadores", preguntó con un dejo de sarcasmo en la voz. Los cazadores sacaron kunai como grupo.