Ella que solo se ama a sí misma (Naruto x Fem Gaara)

Capitulo 33

Sasuke se agachó de forma reactiva, evitando por poco un cuello roto cuando el brazo derecho de Gaara se balanceó a través del espacio donde alguna vez había estado su cráneo. La fuerza de su ataque fue considerable, ya que, aunque había evitado el daño más o menos por completo, todavía podía sentir el viento azotando su cabello. Dando un giro brusco sobre su pie trasero para encararla una vez más, Sasuke le dio un puñetazo directo en la parte posterior de la cabeza mientras ella pasaba zumbando. Aunque el golpe no fue lo suficientemente poderoso como para infligir algún tipo de daño duradero, la hizo perder el equilibrio al hacerla tambalearse hacia adelante.

La pelirroja se deslizó sobre sus manos y rápidamente recuperó el equilibrio. Luego se dio la vuelta y volvió a atacar de inmediato. El mensaje era claro: no habría descansos. Era adaptarse o morir. Desafortunadamente, Sasuke no estaba preparado para un ataque tan rápido. Apenas pudo prepararse antes de que Gaara lo golpeara con todo su peso y lo lanzara hacia el suelo de piedra. El impacto fue horrible, pero Sasuke se mantuvo lo suficientemente alerta como para controlarse cuando golpeó el suelo. Como se esperaba, el siguiente ataque llegó una fracción de segundo después. Esta vez, sin embargo, el Uchiha estaba preparado. En lugar de retirarse o girar para alejarse, Sasuke plantó sus pies e interceptó la entrada de Gaara en su distancia.

Con toda la fuerza que pudo reunir, Sasuke golpeó con el codo derecho la sien de la pelirroja que se acercaba. El golpe detuvo a Gaara en seco y la obligó a retroceder un paso. Ignorando el entumecimiento de su brazo derecho, el genin de la hoja dio un paso adelante y golpeó a Gaara en la mandíbula con su mano derecha y rodó por debajo de su salvaje contraataque hacia el mismo lado. Luego fue salvado por sus reflejos, ya que su cuerpo inconscientemente levantó su antebrazo izquierdo para bloquear su rostro. Su guardia fue entonces golpeada por el brazo derecho armado del Jinchuuriki. A pesar de su exitosa maniobra defensiva, el gran poder con el que Gaara lo había golpeado lo hizo tambalearse hacia atrás.

"Definitivamente está golpeando más fuerte que la última vez. Ni siquiera puedo permitirme bloquearlo", pensó Sasuke para sí mismo, apenas manteniendo la compostura. Ya había tenido éxito cortando los ataques de Gaara con golpes interceptores, y claramente había infligido algún tipo de daño, ya que ella había retrocedido un paso, pero no era algo en lo que confiar. El Uchiha echó un vistazo a su brazo derecho e hizo una mueca. Estaba magullado y palpitando. Se había hecho más daño a sí mismo que a Gaara. Luego volvió su atención a la chica enloquecida, que acechaba en su campo de visión. Estaba buscando aberturas.

"Puedo mantenerme cerca de ella. La velocidad importa menos allí. Es demasiado rápida en espacios abiertos para que pueda medir el tiempo de manera constante. Sí, tengo que presionarla", decidió asintiendo para sí mismo. Después de tragarse el miedo, Sasuke cargó hacia adelante y rápidamente cruzó la distancia que los separaba. En una fracción de segundo, estaba a solo dos pies de su enemiga. Aparentemente sorprendido por su entusiasmo, Gaara dudó un momento.

—¿No estás acostumbrada a que te presionen? —la incitó Sasuke, tirándole la cabeza hacia atrás con un fuerte puñetazo con la mano izquierda mientras hablaba. Luego se inclinó hacia atrás y permitió que Gaara golpeara el aire justo frente a su cara en represalia. Cuando la pelirroja se tambaleó hacia adelante por su propio exceso de compromiso, Sasuke la golpeó con una rodilla en el estómago y la empujó hacia atrás por los hombros. Decidiendo tentar a la suerte aún más, el genin de la hoja lanzó un puñetazo por encima de la cabeza de Gaara en el lado izquierdo. Desafortunadamente, había sobrepasado su límite en un espacio reducido. En el momento en que estuvo lo suficientemente cerca, Gaara hundió su puño cubierto de arena en su estómago y lo dejó sin aliento.

Con Sasuke doblado sobre sí mismo, el pelirrojo lo agarró por la parte delantera del cuello y lo arrojó violentamente al suelo. El impacto agrietó la piedra y provocó que la visión de Sasuke se volviera negra por una fracción de segundo. Cuando volvió en sí, Gaara lo estaba suspendiendo en el aire con el mismo agarre.