ser un leñador?? (remake)

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Mientras caminaba por la ciudad con paso firme, San Osva no se molestaba en ocultar su arrogancia. Cada vez que alguien lo miraba raro, levantaba su dedo medio sin ninguna contemplación, como si fuera su forma natural de saludar. Continuaba su camino, perdido en sus pensamientos:
"¿Cómo voy a hacer para ganar dinero?"

A lo lejos, vio a un viejito que cargaba un montón de madera sobre sus hombros, y sin pensarlo demasiado, decidió acercarse para ayudarlo, era un mercenario, pero seguía teniendo algo de moral después de todo.
—Oye, viejo, ¿te echo una mano? —dijo, con tono despreocupado.
El anciano, algo asustado, lo miró de arriba a abajo y respondió tembloroso:
—Por favor, señor cultivador, no me haga daño.

San Osva se quedó perplejo ante la respuesta.
—¿Por qué me dices eso? —preguntó, confuso. Entonces, miró su propia apariencia y entendió por qué la gente lo miraba con desconfianza. Su camisa estaba destrozada, empapada en sangre, y sus pantalones, aunque menos dañados, también estaban manchados de sangre. Recordó cómo había sido brutalmente destruido y regenerado. Estalló en carcajadas.
—¡No te preocupes, viejo! —dijo, entre risas—. Yo solo mato cultivadores, no civiles.

El anciano, al escuchar eso, no sabía si aceptar la ayuda o huir, pero finalmente, tras un momento de duda, respondió:
—Bueno... si usted insiste...
San Osva sonrió y, sin más, ayudó al viejo a cargar la madera. Tras veinte minutos de trabajo, el joven se despidió tocando el hombro del anciano.
—Si necesitas más ayuda, viejo, no dudes en llamarme —dijo con un tono relajado, y luego se fue.

De regreso en su casa, San Osva se cambió de ropa, se bañó y, con el ceño fruncido, preguntó en voz alta:
—¿Sistema?
"¿Qué sucede, anfitrión?" —respondió el sistema en su mente.
—¿Tienes algo como ropa que se autorrepara y se limpia sola? —preguntó, mientras se secaba.
"Con puntos de shock, sí" —respondió el sistema.
—¿Puntos de shock? ¿Cuántos tengo?
"Los puntos de shock son la energía que el sistema absorbe cuando alguien está extremadamente sorprendido o impactado. El anfitrión acumula esos puntos cuando provoca reacciones intensas en los demás. Actualmente, tienes 320 puntos de shock."

San Osva asintió, comprendiendo.
—¿Y cuánto cuesta la ropa que se autorrepara y limpia sola?

El sistema desplegó el precio ante sus ojos.
"3,100 puntos de shock."

San Osva frunció el ceño aún más, resignado. Todavía estaba muy lejos de esa cifra

San Osva se quedó despierto toda la noche. No era porque estuviera meditando ni porque tuviera algo importante que hacer, simplemente, no podía dormir. Irritado, finalmente gritó:
—¡Sistema! ¿Por qué demonios no puedo dormir?

El sistema respondió con su tono habitual:
"El anfitrión está regenerando constantemente todo daño y cansancio. En otras palabras, su nivel de melatonina está siempre bajo, lo que le impide dormir."

San Osva no sabía si enojarse o llorar. "¿Qué clase de inmortalidad es esta si ni siquiera puedo dormir?" Pensó, frustrado, y se levantó para meditar. Al intentar mover su energía, el sistema lanzó otra advertencia:
"La desventaja 'Karma de los 9 mil mundos' ha hecho efecto. El anfitrión no puede superar la etapa de Refinación de Ki."

Resignado, decidió salir al distrito rojo. Mientras caminaba por las calles, suspiró, buscando distracción. Tras comprarse un plato de arroz con jamón, lo devoró sin pensarlo mucho y continuó su paseo, cuando de repente vio a varias chicas con orejas de gato acercándose.
—Qué extraño —pensó, mientras las observaba.

Y de repente, ¡kaboom! Su cabeza explotó.
Una de las chicas miró a la que lo había atacado y preguntó:
—¿Por qué lo mataste?
La chica, algo molesta, respondió:
—Vinimos a destruir la ciudad para el clan de bestias. Todos los cultivadores que puedan resistir deben morir.
Otra chica, sorprendida, dijo:
—El plan empezaba mañana, no hoy.

La tercera chica, más alta que las otras, señaló el cuerpo de San Osva y comentó con asombro:
—Parece que no murió, después de todo.

Las tres miraron mientras San Osva, que hacía solo un instante estaba muerto, comenzaba a regenerarse por completo.
—¿Vais a destruir la ciudad? —preguntó él con curiosidad, mientras se levantaba como si nada—. ¿Puedo ayudar?

Las chicas se quedaron atónitas. Una de ellas, la que se dio cuenta de que estaba vivo, se acercó, lo agarró del cuello y lo besó. De repente, el cabello de San Osva se volvió rojo, aunque no se percató de ello de inmediato.
—¿Qué demonios fue eso? —preguntó, confundido y sorprendido, mientras se tocaba los labios.
—Ahora eres mi siervo —dijo la chica con tranquilidad—. Cada vez que diga 'aja', obedecerás mis órdenes.

San Osva quedó estupefacto.
—¿Qué clase de hechizo es este? ¿Un beso y ya soy tu siervo?
La chica lo miró con una ligera sonrisa y respondió:
—Solo funcionó porque estás en la etapa de Refinación de Ki.

Él se lamentó, una vez más, por su maldita desventaja. Luego suspiró.
—Bueno, ¿qué es lo que quieres? ¿Información sobre los clanes, sus fuerzas y sus aliados? —preguntó con una resignación cómica.

Esta vez, fue la chica la que quedó sorprendida por lo rápido que San Osva se había acostumbrado a la situación.
—Dime todo lo que sabes —dijo ella, claramente interesada.

Entraron en un restaurante, y mientras comían, San Osva le contó todo lo que sabía.
—Hay siete clanes en total: el clan Tugen, Ferix Delix, Zafiro Azul, Vutjlka, Buseiy, Urtan y, por supuesto, el clan Yian —explicó, mientras la chica escuchaba con atención—. También hay dos sectas de cultivo: la secta Rayo Blanco y la secta de la Hierba, estas 2 sectas son rango medio y por lo que se, no tienen alianzas con otras sectas.

Al terminar de hablar, la chica preguntó con curiosidad:
—¿Cómo sobreviviste al golpe que te reventó la cabeza?
San Osva, sin perder la calma, respondió lo mismo que había dicho al clan Tugen:
—Me comí la Pera Elemental de los Cinco Elementos de la Mina del Dragón Sagrado de un millón de años.

La chica sacó un pergamino y comenzó a buscar, hasta que finalmente encontró lo que buscaba.
—Pera Elemental de los Cinco Elementos... efectos: gran fuerza, aumento del cultivo, capacidad de obtener una habilidad de fuego. —Luego, lo miró y dijo con una sonrisa sarcástica—. No mientas.

San Osva quedó estupefacto.
"¿Cómo es posible que lo haya comprobado?" Pensó rápidamente y dijo:
—Lo que pasa es que soy leñador... eso me da mucha vitalidad.

La chica activó el sello de servidumbre y dijo:
—Dime la verdad, ¿cómo sobreviviste?

San Osva se dio cuenta de que el sello no surtía efecto en él, pero viendo la oportunidad de ganar puntos de shock fingió como si nada.
—Soy leñador, y tengo mucha vitalidad.

La chica, absolutamente perpleja, no podía creer lo que escuchaba. Entonces, el sistema emitió un mensaje:
¡Ding! El anfitrión ha ganado 1,200 puntos de shock

SOY INMORTAL  PERO NO PUEDO SUPERAR LA REFINACION DE KIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora