clan de bestias en la ciudad. (remake)

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San Osva, con su característico cabello rojo y el ceño fruncido, miraba con indignación al hombre lobo que se había colado frente a él en la fila. Lleno de enojo, gritó:

—¡¿Qué demonios te crees para colarte en la fila, y justo delante de mí?!

El hombre lobo, sin inmutarse, respondió con arrogancia: —Un ser más fuerte que tú.

San Osva no se lo pensó dos veces y se lanzó al ataque. Lo que siguió fue una paliza descomunal, donde el hombre lobo lo convirtió en pulpa una y otra vez, mientras San Osva, sin rendirse, le gritaba cosas como:

—¡Maldito! ¿Te crees muy fuerte, eh, bastardo? ¡Voy a matarte, hijo de puta!

Dos horas de intensa pelea después, San Osva, regenerado una y otra vez, miraba al hombre lobo que ahora estaba exhausto. Con una sonrisa triunfante, le dijo:

—¡Jajaja! ¿Lo ves? Eso te pasa por colarte en la fila.

Luego se dirigió hacia la tienda solo para encontrarse con las puertas cerradas. Atónito, exclamó:

—¡¿En qué momento cerraron?!

Miró al hombre lobo, aún jadeante, y le gritó:

—¡¿Lo ves?! ¡Si no te hubieras colado, los dos estaríamos en casa ahora mismo¡

San Osva se miraba con satisfacción mientras observaba su nueva adquisición: la ropa restauradora y limpiadora que había comprado por 3100 puntos de shock. Sin inmutarse, como si fuera lo más natural del mundo, comentó:

—Realmente es increíble, luego de tal batalla esta completamente limpia sin ninguna mancha de sangre. 

De repente, una voz etérea resonó en su mente, pero solo podía ser escuchada por los lectores a través del texto. El narrador omnisciente del capítulo habló con un tono irónico:

—¿Cuántos puntos tiene el protagonista, se preguntarán?

Sin pausa, el narrador respondió su propia pregunta:

—San Osva tiene 5320 puntos de shock en total. Ahora, después de gastar 3100 en esa increíble ropa, le quedan 2120 puntos.

San Osva esbozó una sonrisa de satisfacción, ajustándose su nueva prenda, que no solo se restauraba automáticamente sino que también se mantenía siempre limpia, asegurando que siempre estuviera impecable en cualquier situación.

San Osva, molesto por no haber podido entrar en la tienda debido a su pelea con el hombre lobo, escuchó un grito:
"¡Vamos, vengan todos! ¡Alguien ha conseguido el agua del dolor para la ciudad, solo estará disponible por 15 días! ¡Aprovechemos!"

Curioso, San Osva se dirigió a un hombre elefante y, con desprecio en su tono, le preguntó:
"Oye, grandote, ¿qué es eso del agua del dolor?"

El hombre elefante lo miró y respondió:
"Es un agua especial que genera dolor físico. Mientras más tiempo soportes estar en ella, más fuerte te vuelves. Pero a la vez, cuanto más tiempo pases, más intenso es el dolor. Si excedes tu límite, aunque sea por poco, el dolor se vuelve insoportable. De ahí su nombre: 'agua del dolor'. Cuanto más aguantas, más poder obtienes."

Con su duda resuelta, San Osva le dio las gracias y se dirigió hacia la fuente del agua. Mientras caminaba, preguntó a su sistema:
"¿Sistema, esta agua puede fortalecerme?"

El sistema respondió:
"Incrementará tus meridianos, aunque no aumentará directamente tu cultivo. Aun así, te volverás más fuerte."

San Osva llegó al lugar donde la gente se congregaba y reconoció a un anciano que solía ayudar a cargar leña, sentado relajadamente en los muslos de una mujer hipopótamo. Suspiró ante la escena y se acercó.

SOY INMORTAL  PERO NO PUEDO SUPERAR LA REFINACION DE KIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora