A L W A Y S

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Hace dos días, después de ingerir una cantidad cuestionable de azulitos, soñé que Bezz me tatuaba una pompi y pues nada, decidí subir esto.

Espero les guste esta pequeña historia, gracias por su apoyo.

Les quiero. <3

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Sus ojos resplandecientes miraban con anhelo el precioso vestido frente a él, su amigo Aleix Espargaró le revolvió el cabello.

— Así que te has decidido por algo más tradicional, ¿No, amigo? — Preguntó con su enorme sonrisa.

Marc miró a su amigo y sonrió, sus ojos haciéndose más pequeños y arruguitas marcando sus ojos.

— Es un vestido hermoso, Aleix — Suspiró —. Quiero verme bonito para mí y para Vale, quiero que nunca olvidemos ese día.

Espargaró abrazó a Márquez por los hombros y le besó la sien.

— Bueno, Maverick y yo somos tus padrinos de vestido, así que pide el que desees, pero sé que este es el indicado. — Sonrió mirando a Maverick Viñales, quien miraba las tiaras con su pequeña bebé en brazos.

Marc vio a Aleix acercarse a Maverick y a la pequeña Jolene, su cachorra de solo dos años; la bebé movía sus deditos cada que miraba un velo o una tiara brillante, Maverick se mecía suavemente con ella en sus brazos y Aleix le picaba las mejillas con suavidad mientras ambos reían. En si mente se imagina a él y a Valentino de la misma forma, cargando un pequeño o pequeña bebé entre sus brazos y caminando por las calles de Cervera o de Urbino, quizás comerían helado o pasta, tal vez beberían té en una terraza mientras miraban el atardecer.

Marc suspiró de ternura.

En unos días se llevaría a cabo una de las bodas más controversiales en el mundo del motociclismo y, quizás, de las últimas décadas. Dos conocidos y feroces rivales como lo fueron Valentino Rossi y Marc Márquez, alfa y omega respectivamente, se unirían en santo matrimonio.

Para muchos era algo imposible, impensable; para nadie era un secreto que ambos se habían atacado con ferocidad y que, durante mucho tiempo, no soportaban verse ni en pintura, sin embargo, fue más la nostalgia y el profundo sentimiento de amor y deseo que los hizo volver a unirse, fue algo complejo y ambos se encararon en aquella lluviosa tarde en Tavullia, un recuerdo que parecía lejano.

— ¿Ya te probaste el vestido, Marc? — Maverick dijo mientras le pasaba a la pequeña Jolene a su padre Aleix.

Marc asintió: — Espero me quede, porque he estado comiendo un poco mal, por lo nervios, anoche me comí dos hamburguesas con queso en el restaurante de Carlitos y Charlie, unos churros con chocolate caliente, papas fritas y dos litros de refresco. — Dijo haciendo un puchero.

Maverick le despeinó el cabello y le regaló una sonrisa.

— ¿No será que tu celo está próximo? — Preguntó con curiosidad — A mí me pasa lo mismo, como demasiado una semana antes de mi celo y después no dejo a Aleix salir de la habitación por tres días. — Dijo rascando su barbilla en un gesto pensativo.

Marc abrió sus ojos muy grandes y sacó su teléfono de su bolsillo del pantalón, se dirigió a la aplicación especial que daba seguimiento a sus celos y, comprobó, que su celo estaba próximo y de hecho se estimaba que llegara un par de días después de su boda.

— Oh, mierda.

Maverick soltó una carcajada.

— A alguien lo van a embarazar... — Dijo Maverick — No creo que eso sea tan malo, ¿No? Valentino te ama, Marc.

Valentine. [Rosquez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora