El Puente del Diablo

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Parque Kromlauer, Alemania.


El Puente del Diablo, o Rakotzbrücke, en el parque Kromlauer de Alemania, es conocido por su perfecta forma semicircular, reflejándose en el agua para formar un círculo completo. Pero lo que muchos no saben es que, en ciertas noches, ese círculo se convierte en una puerta.

Era una de esas noches de octubre, cuando la niebla se arremolinaba alrededor del puente como un manto fantasmagórico. Klaus, un fotógrafo apasionado por los lugares ocultos y misteriosos, había decidido capturar la imagen perfecta del Rakotzbrücke. No le importaban las advertencias de los lugareños que decían que nadie debía cruzar el puente después del anochecer. Eran solo supersticiones… o eso pensaba.

Al llegar al puente, Klaus montó su trípode y ajustó su cámara, buscando el ángulo ideal. El silencio del parque era casi palpable, interrumpido solo por el crujir de las hojas bajo sus botas. Pero entonces, un leve murmullo comenzó a resonar en el aire, como si el propio viento susurrara secretos en un idioma antiguo y olvidado.

Sin prestar mucha atención, Klaus siguió trabajando, hasta que, al mirar a través del visor de la cámara, vio algo que lo hizo congelarse. Una figura oscura estaba parada en el centro del puente, mirando directamente hacia él. Sorprendido y un poco nervioso, apartó la vista del visor, pero al volver a mirar, la figura ya no estaba.

Confundido, decidió acercarse al puente, pensando que quizás era un juego de luces y sombras. Sin embargo, mientras avanzaba, el murmullo se convirtió en un cántico, bajo y retumbante, que parecía emanar desde el propio puente. Los pelos de la nuca de Klaus se erizaron, pero su curiosidad lo empujó a seguir adelante.

Cuando puso un pie sobre la piedra del puente, el cántico se detuvo de golpe, y la niebla se alzó como si una fuerza invisible la hubiera dispersado. Klaus sintió un frío intenso, como si una presencia lo estuviera envolviendo, apretando su corazón con garras de hielo.

De repente, el círculo formado por el reflejo del puente en el agua comenzó a brillar con una luz tenue, de un color que no pertenecía a este mundo. Klaus retrocedió, pero fue como si una fuerza invisible lo obligara a mirar fijamente al centro del círculo. La superficie del agua empezó a ondear, y una sombra oscura, más profunda que la propia noche, emergió del reflejo, tomando la forma de un ser alto y delgado, con extremidades alargadas y ojos vacíos, que irradiaban pura malevolencia.

La figura se acercó lentamente, flotando sobre el puente, y con cada paso, el entorno se volvía más oscuro, más irreal. Klaus quiso correr, pero sus piernas no respondían. Estaba atrapado, encadenado por un terror primitivo.

Entonces, la criatura habló, su voz era como el sonido de rocas desmoronándose bajo el peso de siglos: "Has cruzado el umbral, mortal. Ahora, este puente será tu prisión por la eternidad, como lo es para todos los que se atreven a desafiar el pacto."

Antes de que Klaus pudiera gritar, el suelo bajo él se desmoronó, y fue arrastrado hacia la fría oscuridad que se abría bajo sus pies. La última visión que tuvo antes de ser consumido por las sombras fue el puente, perfectamente reflejado en el agua, sin ninguna señal de su existencia, como si nunca hubiera estado allí.

Esa noche, el Rakotzbrücke volvió a su quietud, el círculo perfecto desapareció con la llegada del amanecer, y Klaus se convirtió en otra alma perdida en las leyendas del Puente del Diablo. Desde entonces, aquellos que se atreven a acercarse en la oscuridad dicen que si escuchas atentamente, puedes oír un susurro lejano: "Ayúdame...". Pero nadie ha regresado para contar si es cierto.

Los relatos sangrientos de un aventurero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora