⚜️ Capítulo 10 ⚜️

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Actualidad

Un pitillo aturdió a los tímpanos del alfa, quien cubierto hasta el último cabello en aguas tibias y jabón fresco de lavanda, emergió del fondo de su bañera. Con total indiferencia recuperó el aliento gracias a que forzó a sus pulmones a aguantar la respiración para borrar el continuo disparo de recuerdos que se avivaron con el regreso de Jimin, pero que aunque lo intente, no puede impedir que ciertas memorias que él tenía enterradas regresaran para afectarle. Principalmente esas que nunca le prestó atención, a las que tituló una linda experiencia mal planificada. Desde que dio con el paradero de Park se estaba obsesionando con el día en que lo conoció, en que sutilmente permitió que se anclara en su vida...

¡Y gruñó!.

Porque ahora que lo piensa bien y ve su piel arrugada por el agua gracias a que se tomó su tiempo para asearse, entendió que dejó cabos sueltos en su historia pasada, que como le advirtió Taehyung en el desayuno, su arrogancia no le estaba permitiendo fijarse en los detalles y que lo lamentaría si seguía igual. Así que frustrado, desnudo como lo tuvo la diosa luna, abandonó la calidez de su lujosa bañera.

Como intuyó, no pudo descansar como su cuerpo suplicaba en parte y se ha pasado todo el día tenso. El aroma dulce a vainilla es una espinilla en su talón mientras que su lobo se ha mantenido a la sombra de una agobiante silencio; que a consecuencia lo tuvo flotando en aguas inciertas. Era demasiado el vacío para camuflar la desesperación en su pecho, pues él ansiaba una verdadera venganza que al parecer no estaba dispuesto a conseguir, ya que la noche se apoderó con ímpetu del exterior de la finca en lo que Jeon seguía evitando a Jimin.

¿No estamos en España, qué esperas?.

Se dijo frente a los espejos tallados en el mármol negro del lavabo y que adornaba el baño de su habitación, con el agua escurriendo por su musculosa anatomía desnuda y con una toalla que pasaba con mimo por sus hebras azabaches. Fue entonces que tomó la decisión que debía haber hecho hace horas, la de enfrentar a Jimin y sacarle la verdad así sea a las malas. Con todo eso en mente, revisando los planes que ya cuadró con Taehyung en la mañana, esperó a que su lobo saltara en defensa del omega, pero para su sorpresa ni se inmutó.

Sinceramente le afectó el encontronazo de la llegada.

Y eso lo inquietó.

Sin embargo, no dio marcha atrás, con apuro se vistió con una enguatada negra de mangas y un chandal nike del mismo color, peinó su cabello ondulado con el secador, se lo recogió en una coleta desenfadada y abandonó la recámara con rapidez. Los pasillos estaban a oscuras cuando se deslizó por ellos en silencio, la mansión en sí no era muy grande a como se espera que sea una hacienda y cuando se detuvo en el centro de la escalera que comunicaba con la planta baja, pudo sentir el leve alboroto que provenía del ala oeste, donde ubicó a la niña para mantenerla lo más alejado de él. Lo que por más que quiso restarle importancia, Nochu tiró de su pecho y él no lo ignoró. Cambió de dirección para observar que pasaba sin pensarlo ni un segundo.

Efectivamente, como imaginó, las voces que escuchó flotaron de la habitación de la pequeña y pudo reconocer una de ellas como la de Hyen antes de asomarse en el umbral iluminado como si fuera pleno día. Sigiloso espió el problema, pero solo por un corto intervalo, pues en la mocosa era evidente que corría la sangre Jeon. Y él no sabría explicar si sintió emoción de la buena o temor.

¡Patrañas, Golden no le teme a nada!.

—¡No seas una malcriada, niña, duérmete ya! —vociferaba la señora Hyen cuando él llegó a la puerta del cuarto.

—¡Quiero a mi papi! —respondió en una pataleta la pequeña antes de olfatear, suspirar y conectar sus ojos con los de Jungkook.

—¡Qué pasa aquí! —y no le quedó más remedio que intervenir al quedar expuesto, lo que no esperó que la voz le saliera tan furiosa.

Hate You | Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora