❝En dónde Arleth Swan, hermana de Charlie, regresa a Forks asumiendo que la vida se le iba de las manos, y que debía pronto silenciosamente abrazar a sus seres queridos por el cáncer terminal que padecía.
O
En dónde un vampiro de ojos dorados
queda...
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❝Margaret la mala.❞
❝Margaret la de no fiar.❞
❝Margaret la esposa de Caius Vulturi.❞
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Carlisle cargó en sus brazos a Arleth. La humana se había dormido luego de un acalorado beso, y conversaciones que solo hacían querer guardarla en una cajita, y protegerla de todo aquel que quisiera hacerle daño. Aunque también de ella mismo. El rubio la acostó en la cama, le sacó los zapatos y la cubrió con la manta que había, para luego dejarle un beso en la frente, y desear que descanse bien.
Arleth arrugó la nariz.
Carlisle suspiró enamorado. Si su corazón latiera a como cuando era un mortal. Quizá este quisiera salírsele del pecho por lo que había vivido tan sorpresivamente con su compañera. Acarició el cabello negro de la Swan. Sus labios eran suaves, cálidos y con un sabor a medicamentos por lo ocurrido, pero, eran maravillosos. Ella era tan maravillosa que si pudiera quedarse en está habitación. Lo haría. Lo haría sin pensar ni objetar porque la amaba y al parecer sus sentimientos eran correspondidos por Arleth, su Arleth.
Carlisle sonrió un poco. Ojalá cuando despierte, Arleth recuerde bien de está noche, y no diga que fue un error. Pues, era todo lo contrario, él pudo sentir el corazón de la humana como suyo. El celular del vampiro vibró.
Carlisle dejó un último beso en la frente de Arleth, y abandonó el lugar junto con la luces del departamento que se sumieron en una oscuridad cálida para la mujer que dormía plácidamente.
━━━━ Dime, hijo ━━━━llamó el rubio al subirse a su auto.
━━━━...
━━━━ ¿Edward? ━━━━dijo el de ojos dorados.
━━━━ Ya había dicho que Margaret estaba en casa, pero resultó algo grave. Sé que estás ocupado, la guardia en el hospital ━━━━informó el lector de mentes, pero con cierta pesadez y malhumor.
