Ms Jenner | Kendall Jenner

Capítulo 039

"Vamos, bebé, puedes irte a dormir a casa", me dijo Kendall cuando intenté volver a la cama mientras ella se aseguraba de que todo estaba listo para salir.

"¿Y en el avión? ¿No podemos acurrucarnos y dormir?"

"Si quieres hacer eso, eso es lo que haremos" dijo ella

"¡Sí!" chirrié y ella puso los ojos en blanco "¿qué?"

"No sé dónde están tu mejor sujetador y tus bragas, ¿cuándo te los pusiste por última vez?".

"Oh, me los he puesto hoy para no perderlos", le dije. Sabía que le gustaban mucho, así que no quería perderlos por si se desilusionaba.

"Estás mintiendo, déjame ver" dijo y se lo mostré levantándome la camiseta. Ella asintió con una sonrisa y volvió a preparar las cosas. Mientras estaba viendo un vídeo, me lanzó una de sus sudaderas con capucha: "Yo tampoco quiero perderla".

"No va con mi atuendo"

"Entonces quítate los vaqueros"

"Entonces no llevaría pantalones"

"No me importa" murmuró y me tiró unos pantaloncitos "donde vamos, no necesitarás pantalones cortos"

"¿A dónde? Creía que íbamos en avión".

"No importa" dijo ella y yo fruncí el ceño y fui a ponerme a su lado para asegurarme de que no estaba enfadada conmigo

"Te amo"

"Yo también te amo preciosa. Cámbiate para mí, ¿eh?"

"De acuerdo", sonreí y me puse la sudadera con capucha y los pantalones cortos, pero no se notaba que llevara pantalones cortos porque la sudadera con capucha llegaba hasta justo debajo de donde terminaban los pantalones cortos en mis muslos. Normalmente era muy posesiva con mi cuerpo y le gustaba que vistiera más modestamente, así que esto era definitivamente diferente para mí. Me sacó a cuestas del hotel y luego del aeropuerto, y me di cuenta de que probablemente sólo quería que me sintiera lo bastante cómoda como para dormir en el avión con ropa cómoda. Cuando llegamos a nuestros asientos me dio una manta, así que me puse debajo de ella y apoyé la cabeza en su hombro. Me acarició el pelo y empezó a recorrerme la espalda de arriba abajo. Solté un pequeño suspiro de felicidad y ella se rió entre dientes y me besó la frente mientras yo cerraba los ojos y me preparaba para dormir.

"Eres tan bonita cuando duermes" dijo.

"Tú también", me sonrojé y me incorporé. Aprovechó la oportunidad para besarme los labios, y arrugué la nariz por la sorpresa cuando no se apartó. Yo sólo esperaba un beso rápido, pero ahora me puso la mano en la barbilla para indicarme que quería seguir. Yo estaba un poco desconcertada por este repentino interés en PDA, pero no me quejaba. Nadie miraba, cada uno estaba en su mundo

"No mires alrededor, dame besos. A nadie le importa, y si les importa les parece sexy. Mírame" me ordenó y su rápido cambio de tono me hizo cosas, así que asentí y volví a unir nuestros labios. Puso su mano en mi nuca y la rascó lenta y suavemente. "Eres muy buena, ahora cállate", susurró y empezó a besarme el cuello. Cerré los ojos de placer al sentir sus suaves labios y su lengua contra mi piel, y pude notar su sonrisa de vez en cuando me inquietaba por lo que estaba haciendo. Sus manos se posaron firmemente en mi cintura para que me quedara lo más quieta posible y no llamáramos la atención.

Se detuvo rápidamente, pero mantuvo una mano en mi cadera cuando alguien pasó. "¿Por qué has parado?" Me quejé y ella se limitó a enarcar una ceja "¿estás bien? ¿Por qué te estás enrollando conmigo en público?".

"No es público, es un sitio bonito. Me gusta besarte, no te preocupes", se encogió de hombros y me limpió con el pulgar el brillo de labios que había manchado en mi boca.