•El ocaso de los Idolos•
Era una noche fria y triste. Un hombre de oscuros y grasosos cabellos, lloraba la muerte de su amada en la soledad de su hogar...O bueno...en verdad habían pasado 13 años de ese dia. No era de noche, ni hacía frío o llovía, más bien era un bello día, cálido y soleado. Y Severus Snape ya no lloraba por la muerte de su amada. Lo único que era igual a ese fatídico dia, era la soledad.
Con Maggie aun internada en San Mungo, y su sobrina quien sabe donde, Severus se encontraba solo. Así había pasado todas las vacaciones, en completa soledad.
Si no fuera por las charlas que tenia con Maggie cuando iba a visitarla todas las tardes, probablemente, se habría vuelto loco.
Pues su dia solo consistía en visitar a la castaña y luego encerrarse en su oficina a planear como encontrar a su sobrina.
Pero no fue en ninguna de sus largas horas en la oficina, dando vueltas y pensando, donde obtuvo la idea que finalmente haría regresar a Giennah. Fue más bien por una charla con Maggie.
-Hola Cuervo- dijo el hombre entrando a la habitación del hospital, donde la castaña se encontraba desayunando- Deja esa comida asquerosa, te traje un verdadero desayuno
Maggie río mientras el hombre retiraba la comida de la bandeja y dejaba lo que el mismo había traído.
-Ahora si- dijo viendo su obra- debes comer bien para recuperar fuerzas, esa comida sólo te dará dolor de estómago
-¿No crees que en un hospital saben que darle a los enfermos?- pregunto la castaña, sonriendo ligeramente
-Estos medimagos de hoy en dia no saben nada- dijo- ¡Apolo era un medimago! El si era bueno en su trabajo
-Pues estos medimagos de hoy en dia me salvaron la vida- dijo tratando de alcanzar el plato con huevos revueltos, haciendo una mueca de dolor por el esfuerzo
Severus noto eso (aunque Maggie era experta en ocultar el dolor) y le arrebato el plato y los cubiertos, tomando un poco de comida con estos y dándoselo a la castaña
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The Red Queen /H.P
FanfictionEl dia de la muerte de su amada, Severus Snape quedo devastado. No tenía ganas de seguir, pensó en el suicidio. Lo que el no sabía es que, sólo un día después de ese trágico echó, otra tragedia lo golpearia. Tras la muerte de su primo y la esposa de...