La última Cruzada

Sub-historia (Perditio I)

Hola, mi nombre es Perditio soy un soldado de Diamante Puro, tengo 10 años de experiencia como soldado de infantería, no me han ascendido por mi esfuerzo aún, pero siempre hago lo que puedo, mi especialidad es la espada y el escudo, pero eso no es importante ahora estoy felizmente casado y creo en la doctrina que me propusieron junto con mi amada y mi hija de solo 5 años, estoy muy emocionado se me asignó una misión muy importante según Faramont, pero les quiero contar como llegue hasta este punto y un poco más de mí, todo empezó hace unos días, después de haber perdido contra Shesha y Reynaldo, pero primero tienen que conocer el lugar en el que vivo:

El reino de Diamante puro es un lugar de estricta organización y disciplina, donde el poder militar y la fe cristiana se entrelazan profundamente. Desde lejos, el reino se presenta como una visión imponente: sus murallas altas y robustas están hechas de una piedra blanca que brilla bajo la luz del sol, reflejando un resplandor casi celestial, pero con un tono azul que destaca su frialdad y su naturaleza severa. Al entrar, el ambiente es ordenado y pulcro, con calles perfectamente alineadas y edificios que siguen un patrón geométrico casi obsesivo. Las casas, aunque uniformes en su arquitectura, son de gran calidad, lo que refleja la ausencia de pobreza. Cada edificio está construido con un estilo gótico, con arcos altos, vitrales decorados con escenas religiosas y cruces que adornan cada esquina, mostrando la influencia cristiana omnipresente. En el centro del reino, una majestuosa catedral se alza sobre todo lo demás, su aguja azul cortando el cielo. Sus vitrales cuentan historias de santos y batallas, todos iluminados por la luz que se filtra a través de ellos, proyectando destellos azules sobre las piedras del interior. Dentro, la atmósfera es solemne, con el olor del incienso llenando el aire, y las cruces doradas brillan sobre altares de mármol. Las calles están patrulladas constantemente por soldados, todos vestidos con armaduras brillantes y escudos que llevan el símbolo del diamante azul y la cruz. El ejército es la columna vertebral del reino, y su presencia es una constante, recordando a los ciudadanos la seguridad que les proporciona el totalitarismo en el que viven. Aunque la vida aquí es austera, no hay carencia. Las tiendas están bien abastecidas, las plazas son amplias y limpias, y las fuentes de agua, decoradas con estatuas de figuras religiosas, fluyen continuamente. Sin embargo, el aire está cargado de una sensación de vigilancia constante; la libertad es un precio que se ha sacrificado en favor de la seguridad y la estabilidad. El diamante, como símbolo, se encuentra en todas partes: en las banderas, en los emblemas de las familias nobles, e incluso en las joyas que portan los más devotos. Este símbolo representa la pureza, la fortaleza, y el valor del reino, siendo un recordatorio de que Diamante Puro es un bastión de fe y poder militar, donde la humanidad se preserva y se protege a cualquier costo.

El palacio real de Diamante Puro es una obra maestra de arquitectura monumental y sagrada, reflejando el poder y la pureza que define a este reino, El edificio es vasto, construido enteramente de mármol blanco que ha sido pulido hasta alcanzar un brillo casi etéreo. Este mármol, combinado con detalles en azul profundo, otorga al palacio una apariencia fría y celestial, como si hubiera sido esculpido directamente desde las nubes. Las torres del palacio son altas y esbeltas, rematadas con cúpulas en forma de diamante, todas en un azul intenso que contrasta con la blancura de la estructura. Estas cúpulas están decoradas con cruces doradas, simbolizando la profunda fe cristiana que guía al reino. Entre las torres, se erigen muros adornados con relieves que narran escenas de batallas gloriosas y milagros divinos, todo en un estilo gótico detallado y minucioso. La entrada principal es una imponente puerta de hierro forjado, decorada con intrincados patrones de cruces y diamantes, y flanqueada por estatuas de santos guerreros, cada uno portando una espada y un escudo, vigilando eternamente. Las puertas mismas están embellecidas con incrustaciones de piedras preciosas azules, que brillan con la luz del sol.

Los alrededores del Reino de Diamante Puro están diseñados meticulosamente para proporcionar una defensa impenetrable, reflejando el enfoque militarizado del reino en la seguridad y la fortaleza. El paisaje alrededor del reino es en su mayoría agreste y desolado, formado por colinas y terrenos escarpados que actúan como barreras naturales contra cualquier invasor. Estas colinas están cubiertas por una capa de vegetación escasa, lo que dificulta el avance de ejércitos enemigos. El reino está rodeado por enormes murallas de piedra blanca, tan altas que parecen rozar el cielo. Estas murallas son excepcionalmente gruesas y están reforzadas con capas adicionales de granito y acero, capaces de resistir ataques de arietes o incluso proyectiles de asedio. Las torres de vigilancia se elevan a intervalos regulares a lo largo de las murallas, cada una equipada con balistas, catapultas, y arqueros entrenados, siempre atentos a cualquier amenaza. Las puertas principales del reino, construidas con hierro forjado y cubiertas de láminas de acero, son tan gruesas que parecen impenetrables. Están protegidas por puentes levadizos que pueden ser retirados en caso de peligro, aislando completamente el acceso a la ciudad. Un profundo foso rodea las murallas del reino, lleno de agua cristalina que, a simple vista, parece inofensiva. Sin embargo, bajo la superficie, el foso está plagado de trampas sumergidas, como estacas afiladas y redes ocultas, diseñadas para capturar y eliminar a cualquier intruso que intente cruzarlo. En tiempos de guerra, el agua del foso puede ser contaminada con aceites inflamables, permitiendo a los defensores prender fuego al agua y crear una barrera ardiente. Además de las torres de las murallas, el reino está rodeado de torres de vigilancia independientes situadas en las colinas circundantes. Estas torres están conectadas por una red de señales de humo y luces, permitiendo a los guardias comunicarse rápidamente y alertar al reino de cualquier amenaza. Estas torres también cuentan con arqueros y artillería ligera para interceptar a cualquier grupo que se acerque demasiado. En puntos estratégicos alrededor del reino, se han construido baluartes, que son pequeñas fortalezas avanzadas destinadas a interceptar a cualquier ejército antes de que llegue a las murallas principales. Estos baluartes están equipados con soldados de élite, catapultas, y calderos de aceite hirviendo, listos para repeler cualquier asalto. Los pocos bosques que rodean el reino han sido cuidadosamente manipulados para servir como defensa natural. Árboles con espinas y zarzas cubren los senderos más accesibles, creando obstáculos naturales difíciles de atravesar. Además, el suelo ha sido alterado para crear trampas de arena movediza, pantanos artificiales, y áreas con terreno traicionero que pueden desmoronarse bajo el peso de un ejército en marcha. A lo largo de los caminos que llevan al reino, hay múltiples puestos de control, cada uno con barracones y pequeñas guarniciones de soldados. Estos puestos están equipados con puertas fortificadas y trampas adicionales, como pozos ocultos y barreras de pinchos, que pueden ser activados rápidamente. Las patrullas armadas recorren estos caminos día y noche, asegurándose de que ningún enemigo o espía se acerque sin ser detectado. En su conjunto, los alrededores del Reino de Diamante Puro son una obra maestra de la ingeniería militar. Cada elemento ha sido diseñado para maximizar la defensa, asegurando que cualquier invasor se enfrente a un sinfín de obstáculos antes de siquiera acercarse a las murallas del reino. Esta combinación de fortificaciones impenetrables, trampas mortales, y defensas naturales hace que el reino sea un bastión prácticamente inexpugnable, reflejando la ideología totalitaria y militarista que lo gobierna.