3. Intercambio.

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AYLA PAX CAPILLA DE KRAVIA

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AYLA PAX
CAPILLA DE KRAVIA

Los hombres que me traían aprisionada ahora mismo me llevaban dentro de la capilla con Maxton frente a nosotros y Elijah a mi lado. Yo le ofrecí al comandante mi mirada de aliada y él sólo asentía ya que no podía hablar debido a la mordaza en su boca. 

Maxton adelante caminando como si fuera el Rey del universo y fumando su cigarrillo echando el humo al aire que luego nos impactó  en la cara. Yo bufé asqueada de ese olor y de todos en realidad.

Lo único que me mantenía alerta era que no podía dejar que me durmieran de nuevo.

Al salir de la oscuridad del pasillo que parecía eterno y antiguo, el centro de la capilla se reveló ante nosotros con una estética misteriosa y opaca. Sin embargo la única luz que se colocaba en el lugar a través del ventanal era la que alumbraba al hombre sentado en el banquillo de madera con seda.

Un hombre vestido elegante, con guantes, camisa con tirantes, collares costosos y anillos que costaban un ojo de mi cara. Mis pelos se ponen de punta cuando sus ojos negros se posan en mí escudriñando mi figura con toda libertad a la vez que sus labios cerrados  esbozan una sonrisa ladeada.

—Soldado estrella —me llama por el apodo que me puso con una voz que siempre lograba hacerme sentir cosas.

Lo odiaba, en serio. No soportaba a Zyran Morrigan, pero eso no quiere decir que ignore su indudable atractivo y porte seductor.

Yo no digo nada y antes de que pueda dar un paso más, me plantan de rodillas y me obligan a bajar la cabeza al igual que a Elijah.

—Zyran Morrigan Lahsen —dice Maxton pasándonos de largo hasta llegar a Zyran.

El espécimen de ojos y cabello negro, se levanta de su asiento y se acerca a Maxton con cautela, al hacerlo su abrigo se mueve dejando reflejar un arma en su cadera.

—¿Cuál es tu nombre? —dice antes de que Maxton siga hablando.

Maxton, ofendido e indignado por la pregunta, simplemente bufa y mira a otro lado:

—¿Lo tienes? —preguntó de vuelta.

Zyran lo mira de arriba a abajo con desdén y altivez para alzar la mano y que uno de sus escoltas se acerque a él con una caja roja en manos. 

—Qué impaciente eres —comenta Morrigan— ¿Te están esperando o qué?. 

Maxton niega y traga, lo cual hace a Zyran detallar el rostro del rubio a detalle captando las microexpresiones.

—Deja de preguntar y entrégame eso, yo cumplí con mi parte… Cumple la tuya —dijo Max con impaciencia.

—Controle sus palabras, Maxton —ordena uno de los escoltas.

—Tranquilo, Savage —dice Zyran— Abre la caja.

El escolta obedece y al abrirla esta dejó relucir un brazalete de acero con diamantes el cual me desconcertó por completo. Se suponía que lo tenía Henna y fue tomado por Cass, no puede ser posible que lo tenga Zyran.

Ayla Pax: B12. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora