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La tarde se convertía en noche, el sol decidía descansar y varios de sus ciudadanos caminaban decididos a su hogar, con sus familias.

Mientras tanto, Kiba indeciso daba vueltas por fuera de la casa de lo Hyuga, o mejor dicho, unos metros antes de llegar al portón principal. Murmuraba y su amigo canino lo miraba confundido, aunque los nervios de Kiba eran fáciles de leer. No pasó mucho tiempo hasta que Shino apareció frente a Kiba.

¿Supuse que estarías por aquí? —Su tono tosco y sin emoción no era algo nuevo. - ¿Qué te sucede? - Soltó al ver a su amigo no responder y seguí sumergido en sí mismo, aunque noto su llegada.

—¡Yo...— Sostuvo un silencio y llevó sus manos a su cabeza en señal de preocupación y claramente frustrado—. ¡Carajo! Grito y golpeo su cabeza repetidas veces.

Shino totalmente confundido, lo detuvo.

Habla ya, ¿qué hiciste, Kiba?- — Sacudió el brazo de su amigo y zarandeándolo levemente.

—Me acosté con Hinata. Ya suéltame —retrocedió para liberarse del agarre de su, compañero hasta golpearse fuertemente con la pared que lo ocultaba.

Shino quedó totalmente helado. Segundos de silencio hasta que sujetó a Kiba por los hombros con una expresión furiosa.

—¡Dime qué pasó! Kiba suspiró, apretó sus labios, su cabeza agachada con total frustración.

-Nosotros, ella, yo... Ahg.-—Nuevamente sujetó su cabeza y se dejó deslizar por la pared hasta quedar en el suelo frente a Shino.- ...—Suspiro y dejó caer sus manos al costado de su cuerpo. Hinata, había regresado del hospital, se veía triste, y yo la encontré en el bosque de la Academia. Akaamaru y yo estábamos entrenados hasta que la escuchamos llorar... Hablamos hasta que se tranquilizó, pasamos toda la tarde de ayer hablando, solo traté de que se olvidara del tonto de Naruto. La besé, al inicio, solo se asustó y se alejó. La seguí, confesé todo, y ella solo me observó. No sé si me corresponde aún, pero... Ahg, la llevé a mi casa, y ella me besó. Pasó todo muy rápido, no dijo ni una palabra más...- Kiba se detuvo, su corazón no aguantaba toda la incertidumbre por la que estaba pasando. Inhaló agresivamente. Shino que lo miraba atento, no podía evitar sentirse sorprendido. Parece que fui muy obvio, se lo confesé a Neji hace unas semanas, que estaba enamorado, pero él solo me dijo que ignorara mis sentimientos. Al final él nos encontró, no sé cómo lo supo, no sé cómo, pero... —golpeó el suelo con su puño—. Llegó y se llevó a Hinata a rastras, trató de detenerlo pero... Ya sabes, es Neji.-

Shino dejó un largo silencio. El viento movía las hojas y ocultaban los pequeños sollozos de Kiba.

—No la dejarán salir, por mucho tiempo hablo para darse vuelta y dar unos pasos. Espero que lo resuelvas pronto, Kiba. No te ayudaré más después de esto. Shino dio la espalda a kiba y caminó hasta la puerta de los Hyuga.

El Aburame entró por el tradicional sendero del clan hasta localizar la casa de Hinata. Toco una vez y espero que alguien respondiera. Finalmente, una niña pequeña, la hermana de Hinata abrió, sorprendida, sonrió y, sin mediar palabra, desapareció entre la obscuridad de la casa. Shino esperó hasta que el jefe del clan se acercó y habló con él.

—¿A qué se debe la visita?— Con la frente en alto miró al joven, quien continuaba inexpresivo.

-Solicitan la presencia de uno de los Hyuga, Neji o Hinata. Shikamaru me solicitó que venga a verlos. —Inesperadamente, el padre de hinata activo, su Byakugan. Shino se estremeció ante tal acción, rogando a que su compañero se haya escondido lo suficiente para no ser captado por el ojo de un Hyuga. 

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⏰ Última actualización: Sep 28 ⏰

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