Capitulo 1

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El ascenso

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El ascenso

Londres

Riccie.

Toda mi puta vida entrenandome para ser lo que soy ahora y lo que todavía me falta por ser.

Es extraño y emocionante mirar al pasado, ver cómo empezaste y como vas avanzando. ¿Que puede arruinarlo? Absolutamente nada.

—Muchas felicidades agente Smith. Es un orgullo saber que una de nuestras mejores agentes a logrado tanto. —me felicita Patricio Sthur. «Mi superior y jefe»

Gracias jefe. —agradezco sin dejar atrás mi sonrisa.

—Espero y siga ejerciendo hasta mejor de lo que lo hizo aquí.

—No lo decepcionaré. —aseguro. Si lo hago yo misma me arranco la cabeza por arruinar tal oportunidad.

—Sin nada más que decir..... Buen viaje agente. —me dedica un saludo militar. Hago lo mismo.

Le dedico una última sonrisa y salgo de su oficina con la emoción más grande del mundo.

¿Yo? ¿Trabajando en CEDS? Eso es todo un sueño echo realidad.

Desde que entré a la Interpol admito que mi vida mejoro, mi padre y mi madre también se dedicaron a esto, el Apellido Smith es uno de los más respetados y exitosos en este mundo. Yo siempre quise seguir sus mismos pasos, por eso fui a escuelas militares en dónde entrene durante años para poder entrar a la Interpol. A mis 19 logré ascender varios puestos y también ganar bastante reconocimientos por las misiones logradas.

Hasta ahora, a mis 22 se me ha cumplido un sueño mayor. «Entrar a CEDS»

Hace una semana me llamaron para pedir mis servicios definitivos para trabajar en CEDS como Capitana.

Eso es increíble, no muchas mujeres llegan hasta tal puesto y es un orgullo para mí saber que yo si pude y se que puedo más.

¿Manejar mi propia tropa? Eso es lo mejor que me pudo a ver pasado en la vida.

Allí tengo mejores oportunidades y la verdad me gusta más allá que aquí. No me quejo de mi puesto aquí, pero allá obviamente el puesto de Capitana es mejor que el que tengo aquí.

Encuentro a Lola y Marien con globos de corazones en la salida mientras sonríen animadas.

—¿¡Quien es la puta ama¡? —preguntan las dos a la vez mientras dan brinquitos de emoción.

—¡Pues creo que hablan de mi!

Corro a abrazarlas mientras me es imposible evitar que una lágrima se deslice por mi mejilla.

¡Joder! Cómo las voy a extrañar.

—Promete que llamaras todos los días. —pide Lola entrando en un sollozo.

Fervor† [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora