Capitulo 8: De regreso a la normalidad... ¿o no?

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  • Dedicado a Blanca Cisneros
                                    

 Una semana, una maldita ¡¡AUCH!! Semana atrapados en la casa-cabaña de mis padres no es que fuera malo en realidad aprendí mucho con Mariztick como profesora y el Idiota... ¡¡AUU!! De Zack se mantuvo toda la semana en casa de Megan pero esa no es la jodida ¡¡AHH!! Razón de que esta así. Mi celular se quedo sin batería, mi IPad también la TV empezó a fallar y entre Zack y yo se había creado una barrera de hielo, cristal y rocas, no nos hablábamos para absolutamente nada ni un "Hola" o "Buenos días" nada. Tom se desarrollo mejor en el arte de la guerra y cada que mi preciada protectora nos ponía en combate cuerpo a cuerpo mi "hermanito" me daba una plisa de las buenas, además de que las entupidas ¡¡AUU!! Punzadas detrás de mi oreja no paran pero no puedo evitar maldecir a todos si no me sale nada bien. Definitivamente esta ha sido la peor semana de mi vida.

Escuche el ruido de un motor acercándose por el bosque, espero que sean mis padres, no soporto más en este lugar. Baje corriendo a todo lo que dan mis pies. La puerta principal se abrió dejándome ver la figura de mis padres, sonrientes y relajados.

- ¡¡Mamá!! ¡¡Papá!! Que bueno que ya están aquí no soporto ni un minuto más en este lugar -exclame apenas llegar al pie de las escaleras.

- ¿Pero que cariñosa, que te hicieron? - pregunto mi padre estrechándome fuertemente contra el.

- Nada, solo que... estoy cansada, me quiero ir de aquí y regresar con Andy y Delancy necesito algo de normalidad en mi vida - eso tampoco es que sea una mentira... quiero ver a mis amigas, las extraño.

- ¿Estas segura? Te vez... algo... no se mal - ¡¡mi madre!! Tenia que conocerme tan bien. Las madres y su sexto sentido. O mejor dicho conocen lo que traen al mundo.

- Si mami no es nada, tu tranquila - la tranquilicé, o al menos lo intente.

- Ya me contaras eso después - susurro mi madre al pasar por mi lado.

Salimos de la cabaña y dejamos todo tal cual estaba antes de que nosotros cuatro apareciéramos ahí. El viaje a casa fue largo y agotador, que se esperaba de cuatro adolescentes en un auto y con la tensión acumulada entre Zack y yo, Mariztick y Zack, mi ya creciente odio hacia mi protectora y mi hermano, a mis padres, a los estupidos ¡¡Auch!! De los chicos de Iram.

Apenas llegar a casa baje del auto y corrí escaleras arriba, crucé el umbral de la puerta de mi habitación y me tire en mi cama ¡Dios pero cuanta falta me hacia mi cama! Saque mi celular del bolsillo trasero de mis jeans y marque el número de Andy, contesto al tercer timbrazo.

"¿hola? Miranda... ¿eres tu?"

"¡¡Si!!, no sabes lo mucho que te extrañe"

"¿Donde demonios estabas?, nos tenias muy preocupadas y tus padres no nos decían donde estabas ¿estas bien?"

"Si yo... yo estoy bien no te preocupes por eso es solo que tenia cosas que hacer, estaba un poco ocupada y tuve que salir fuera de la ciudad con Tom, fuimos a recoger a una prima nuestra a Chicago, pero mis tíos nos pidieron que nos quedáramos un tiempo más, tu sabes... la familia" - termine de explicarle, una total mentira pero ya tenia la excusa perfecta para integrar a Mariztick al grupo y así ella pudiera mantease cerca de mí.

Me di una bien merecida, larga y relajante ducha de esas que pocas veces se puede. Dios pero cuanto necesito a mis amigas, a los profesores, por favor incluso extraño os chillidos de Lexy, "Estoy mal, definitivamente estoy mal"

Salí de la ducha, me puse mi pijama, esta vez compuestos por unos pantalones ligeros que caían desde mi cadera asta el piso y una remera ajustada pero suave. Si soy rara.

Me removí entre las sabanas tratando de encontrar una posición más cómoda para seguir durmiendo, pero no lo conseguí, al instante un gran peso cayo sobre mí.

Asi es la vida nena ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora