Para mi

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Marcus:

Al día siguiente me desperté con normalidad

Me puse el traje que la señora ordenaba vestir a todos los guardias

Me fui a la cocina a hacerme el café de todas las mañanas

Media taza de café solo, la otra media con leche de almendra y canela

Al prepararlo y sentarme en la terraza para tomarlo me pareció extraño no ver a la señora

Solía estar haciendo algo en la terraza todas las mañanas

Me adentré en mis pensamientos y me di cuenta de la señora me daba mucho a saber de ella, por ejemplo, las anécdotas que ella me solía contar en los viajes en coche eran sobre su "juventud"

Ella solamente tenía 28 años por lo que ella me dijo

Pero aunque yo ya supiera su nombre, nunca lo decía

Pasaron 30 minutos aproximadamente y mis impulsos me ganaron, busqué una floristería cercana y compré 4 rosas rojas, era su color favorito y su flor favorita

Hice su desayuno favorito, dos tostadas con mermelada de arándanos, un dulce de chocolate blanco y un café de caramelo salado

Con todo preparado subí a la habitación

En una mano la bandeja con el desayuno y el la otra las flores

Al otro lado de la puerta dije

-¿se puede?

No obtuve respuesta entonces agarre las flores con la boca y abrí la puerta

Vi a la señora en la cama tal y como la había dejado la noche anterior
Y dejé el desayuno en la mesita de noche
Me puse de rodillas al lado de la cama y con mi mano acaricie el pelo de la señora

-vamos despierte

Ella abrió los ojos y me vio ahí

-¿qué haces aquí? Dijo adormilada

-le preparé el desayuno que le gusta, también tengo esto

Dije enseñándole las flores

Ella sonrió de inmediato

-no hacia falta
-sí hacia falta y aunque no la hiciera, te traería esto todas las mañanas

Ella se reincorporó en la cama quedando sentada con las piernas por fuera de la cama

Agarró el café y le dio un buen sorbo

-hacía años que nadie me traía el desayuno a la cama

-que estúpidos

La señora sonrió y su mano fue a mi mejilla

Cerré los ojos aprovechando el tacto y noté una risita

-no te rías
Dije con un falso sentimiento de ofensa

Eso le causó más gracia y soltó una risa más notoria
Abrí los ojos y los entrecerré en forma de pregunta

Ella notó mi broma y dijo

-también hacía años que nadie me hacía reír, gracias

-no me tienes que agradecer nada, lo hago porque sé que te mereces esto y muchísimo más

Agarre las flores

-¿te gustan? Sé que son tus favoritas

Las agarró
-son preciosas Angelo
-Bueno me voy a hacer otras cosas disfrute el desayuno, si me necesita estaré en la terraza
-no, quédate

Yo ya me había levantado y me había aproximado a la puerta para salir pero al oír eso me di la vuelta y caminé de inmediato hacia ella, me senté a su lado en la cama y dije

-tus deseos son órdenes

La señora sonrió y agarró el desayuno, lo colocó en sus muslos y empezó a comer

-¿le gusta? Soy pésimo chef

Ella rio y dijo

-está muy rico

Quedamos unos minutos en silencio y de repente dijo

-para mí eres el mejor chef

𝐏𝐮𝐞𝐫𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐞𝐦𝐞𝐫𝐠𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora