𝐏𝐮𝐞𝐫𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐞𝐦𝐞𝐫𝐠𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚

La gran noche II

Marcus:

Llegamos a la fiesta, al bajar del coche caminé con la señora, llevándola con uno de mis brazos al rededor de su cintura

Cuando entramos todo fue como la seda

Saludamos a las personas y tomamos algunas copas

La señora habló con su ex esposo sobre el trato

-¿cuánto me pides por el traslado Mario?

- 2 millones, al fin y al cabo, para ti eso no es nada ¿verdad?

- llevas toda la razón -dijo ella alzando la copa para hacer un brindis-

El señor Mario hizo lo mismo y chocaron sus copas

Hablaron de más cosas sobre su trato y lo concretaron

La noche fue pasando y yo cada vez estaba más solo

La señora estaba bebiendo demasiado y eso me
Tenía alarmado

Me acerque a ella y la noté algo pálida

-¿todo bien señora?
-si Angelo, todo bien muchas gracias
-la noto algo cansada ¿quiere irse a casa?
-tranquilo, todo esta bien por aquí

Ella se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla

-gracias
Susurro contra mi oreja

Ese gesto hizo que me ruborizara por completo
Mis manos fueron a su cintura y mis dedos la apretaron ligeramente

-no es nada señora

Dije también en un susurro, noté como se estremecía debajo de mi ante mis palabras y mi toque

Pero como no, ahí estaba el señor Mario para arruinarlo todo

-¿podemos hablar?
Dijo dirigiéndose a la señora, yo de inmediato me aparté y dejé que ella se fuera

Yo aproveché y salí un momento

Cuando estaba en la puerta saqué un cigarro y un mechero

Empecé a fumármelo, pasaron así de 20 minutos entre que miraba la luna y fumaba tranquilamente con mi copa de ron el la otra mano

Hacia días que dejé de tener comunicación alguna con el FBI

Pero ¿sinceramente? No me importaba en lo más absoluto

Pasaron 5 minutos o algo así y entré de nuevo en busca de la señora pero no la veía por ningún lado

Pero entonces la vi salir del baño con una cara un poco rara

Me acerque a ella y le pregunté

-¿Todo bien?

Ella no respondió pero me miró con una cara asustada

-señora, Vámonos a casa ya

Ella asintió y nos despedimos de algunas personas

Salimos y fuimos al coche

Al llegar se me hizo raro que la señora no había pronunciado palabras desde que salimos de la fiesta, en los viajes en coche ella solía contarme anécdotas y reíamos juntos pero no fue así

La acompañé a su habitación ya que estaba bastante bebida

-vamos te llevaré a la cama

Sin esperar un minuto más la cargué en mis brazos como si fuera un bebé

Ella tenía los ojos cerrados

La llevé a la cama y la dejé delicadamente sobre ella

Ella estaba dormida...me acerque a ella y bese su frente suavemente y me alejé para llegar a mi habitación

Al llegar me deshice de mi ropa y me acosté  en ropa interior

Al intentar dormir solo se me pasaba por la cabeza el beso de la señora

Sus suaves labios contra mi piel era como una especie de sensación que nunca hacía sentido

Paso aproximadamente una hora y finalmente pude dormir