𝐏𝐮𝐞𝐫𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐞𝐦𝐞𝐫𝐠𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚

¿Él?

Grace:

Estaba furiosa por lo que había pasado

Salí de la habitación de Angelo muy enfadada

Pasaron dos días en los que mi vida había sido muy aburrida

Samuel estaba al cuidado de los guardias
Lo que hizo Angelo aunque fue horrible, también fue la cosa más bonita que habían hecho por mí en mi vida

No sentí nada cuando estuve con Samuel

Sinceramente quería poner celoso a Angelo

Pero salió mal y me acabé enfadando no sé ni por qué

Angelo estaba en la terraza como todas las mañanas

Fueron dos días en los que no me había llevado el desayuno y sinceramente, solo podía llorar en silencio

Me sentí muy culpable pero ese día por la mañana fui a hablar con el

Me senté al lado de él y no me miró ni un segundo

-Angelo...

-Dígame señora
Dijo sin mirarme

-tenemos que hablar
-ya está todo hablado
-no está todo hablado

El me miró con los ojos rojos y dijo

-créame señora, eso no va a pasar nunca más

Lo mire con sorpresa pero asentí

-te extraño Angelo, extraño tu atención

Él se levantó y fríamente me dijo

-lo siento, debería haberlo pensado mejor antes de tirarse a es hombre

Y se fue, se fue y me quedé ahí como una estúpida

Ya no sabía como arreglarlo

Marcus:

Me fui de ese lugar a mi habitación

Estaba dolido y no podía ni mirarla a los ojos

Sentía unos celos increíbles pero no se lo iba a poner tan fácil

Días después ella vino a mi habitación cuando yo dormía

Esta vez fue al revés y fue ella la que me trajo el desayuno a mi

Un dulce de fresa, un café como yo solía tomar y un sándwich vegetal

-Angelo- dijo mientras se ponía de rodillas como yo lo hice la primera vez

Abrí los ojos adormilado

-váyase por favor
Vi su cara de dolor, pero era lo que se merecía

-no me iré
Señaló el desayuno

-Quiero pediré disculpas Angelo, fui una gilipollas al gritarte de esa manera y si, me conoces lo suficiente

Abrí más los ojos y me senté en la cama
Noté como los ojos de la señora recorrían mi torso descubierto

Solía dormir así

-Acepto sus disculpas, eso dice mucho de usted

Noté su expresión de alivio

-¿por qué  no admites que te gusto Angelo?

Me quedé sorprendido pero respondí

-porque no me gusta, usted es solo mi jefa

Ella entristeció

-¿no será que yo le gusto a usted? Dije burlón

Ella negó y dijo

-no...eres solo mi guardia
-eso pensaba

Ella se quedó en silencio

Tomé mi desayuno y me levanté de la cama
Ella no se había movido de ahí

-tengo que vestirme
Dije para que saliera de la habitación
-vale
Respondió ella

-¿no va a salir?
-No
Dijo segura

Yo me sorprendí y empecé a vestirme

Noté la mirada de la señora y eso me excitaba demasiado

Termine de vestirme y me di la vuelta

Ella ahora estaba sentada en la cama mirándome con una cara de aprecio que no se podía explicar

-Estás guapísimo

-Gracias señora, usted también lo está

Ella sonrió y se levantó

Se quedó en frente de mí y me arregló la corbata como pudo, yo era más alto que ella entonces le costaba un poco

-Gracias- dije casi susurrando
Acabó de arreglarme la corbata y pasó sus manos por mis brazos

La miré con sorprendentemente, cara de amor,
Completo amor, podría haberle dicho a la señora que efectivamente, no me gustaba, me encantaba pero ella ya lo sabía y yo ya sabía que yo también le encantaba