cow ⭑ 𝘀𝘂𝗻𝗼𝗼 𝗵𝗮𝗿𝗲𝗺.

𝗳𝗼𝘂𝗿

────୨ৎ────

—Más..ah..más, wonie

La entrada era maltratada duramente por el miembro espinado. Siendo llenado de semen  mientras unos dientes filosos se clavaban en su cuello, las manos de Jungwon clavadas en sus caderas con fuerza, Sunoo no pudo evitar gemir mas alto.

Porque Sunoo siempre quería más, siendo un insaciable al que Jungwon adoraba.

Con el que podía ser totalmente salvaje y eso lograba prender aún más al híbrido vacuno. Su cuerpo ansioso y lascivo aceptando cada cosa mientras él se dedicaba a juguetear con su cuello, mordiendo aquel lugar único para él.

A Sunoo no le importaba esto, tampoco le importaba las marcas que al gato le gustaba dejar. Sunoo sabía ocultarlas. Solo le importaba ese miembro duro que desgarraba con ansias su interior deseoso.

—Follame...rápido, Wonie ¡Ah!

Reclamaba Sunoo mientras sus piernas temblaban, sus rodillas rojizas punzaban un poco y aún así, él solo deseaba más profundidad.

Sin embargo, Jungwon se había detenido. Dejando su miembro a medio entrar mientras giraba a Sunoo. Para poder verlo mientras lo cogía.

—Si quieres más, ruegamelo, vaquita.

Jungwon sonrió ante la vista dada. Sunoo tenía los ojos idos, llorosos, mejillas carmesí adornadas por leves lágrimas, siendo un total dócil ante él, abriendo las piernas con una sumisión deliciosa, el pecho mojado absolutamente para su degustación y sus labios, tentadores como la mierda, jadeando por él.

Jungwon quiso cogerlo aún más duro.

Y se sintió aún más ansioso por follar esa entrada deliciosa, sintiendo como trataba de engullir su miembro, con deseo, ansiosa por tomarlo entero. Los jadeos de Sunoo a su exterior, haciendo que casi caiga ante la tentación.

Pero Jungwon necesitaba doblegar aún más a Sunoo, necesitaba que Sunoo le ruegue por su miembro, que le ruegue por follarlo.

Necesitaba verlo doblegado ante él.

Su orgullo se lo pedía.

Regocijandose cuando Sunoo soltó un sonido lastimero mientras intentaba introducir el pene de Jungwon en si, quejándose al notar las manos de Jungwon en sus caderas, impidiendolo.

—Vamos, vaquita. Ruegamelo.

Sunoo se volvió a quejar, intentando mover sus caderas. Obteniendo el mismo resultado.

Sunoo frunció su ceño y un puchero apareció en sus labios, Jungwon creyó que había ganado. Al tener otra cara nueva ante él, la de un Sunoo dócil. El placer alzándose y haciendo que su miembro palpite con virilidad.

Pronto Sunoo se terminaría por doblegar ante él.

Mostrando su cuello en ofrenda.

Jungwon casi podía sentir como su polla se endurecía más y espero con ansias las palabras deliciosas salir de Sunoo.

Domar a Sunoo le había costado un buen tiempo, pero si lograba volverlo totalmente sumiso ante él. Era algo que Jungwon estaba deseoso por ver.

El sensual hombre alzó sus brazos blancos y suaves, tomando el cuello de Jungwon en un abrazo dócil, acercándolo hacia sus labios, sin besarlo. Un puchero apareciendo junto a una mirada entre divertida y lujuriosa.

—¿Yo rogarte, Wonie? Nunca le he rogado a nadie y nunca lo haré. — los ojos brillantes de Sunoo observaron con calma a Jungwon, acercándose a sus labios. —. Y si acepto follar contigo es porque es porque tu pene es malditamente delicioso. Pero no creas que no hay más así por ahí. Así que follame rápido antes de que me canse de ti. Déjate de tonterías.