Todo inició en 1940...Una época prohibida y cerrada; Una era donde el amor estaba prohibido y los sueños eran simples ilusiones.
Yoongi era un hombre de 20 años, un simple hombre con una condición, viajando al lugar más tranquilo a su parecer... so...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
Una ligera sonrisa se instaló en sus delgados labios, mientras observaba a su querido amigo hablar sin parar, no comprendía la mayoría de sus palabras, se encontraba muy fuera de sí mismo
¿En qué momento la impotencia disminuye?
¿Por qué no podía disfrutar de un país como aquel?
¿Por qué solo debía enfocarse en su agonizante corazón?
Su mirada se deslizó por el aire hasta dar con la madera de aquel puente, aquel lugar que Jungkook no podía parar de señalar con tanto afán, sonriendo con tanta alegría de mostrarle aquel puente tan similar al que había encontrado en Corea, pero a diferencia de aquel, el puente ubicado en el país originario de Yoongi era de roca
Por un segundo los párpados de Min se cerraron, mientras aspiraba aquel relajante aroma, olía a humedad y un poco mal debido al agua estancada, pero el olor que más predominaba era el de los pinos
Era un olor muy relajante, su corazón se sentía tranquilo
Los latidos eran normales y tranquilos, no se sentía ansioso, ni adolorido en su pecho... se sentía bien físicamente, era un alivio
Habían pasado horas de su ultimó malestar
— Puedo ver que te gusta el olor — se atrevió a decir el pelinegro, sin apartar su mirada de su amigo, observando como lentamente abría sus ojos y elevaba su rostro al oscuro cielo — a mi siempre me desagrado — arrugó su nariz
Encaminando sus pasos por el suelo de madera, hasta encontrarse en el tope, deslizando una de sus manos por la baranda, sin poder evitar mirar como su amigo de tez pálida, se aferraba a la baranda, mirando el agua debajo de ellos
Era consciente de que era una costumbre para él, en Corea solían aventurarse por los bosques o las ciudades y en cada puente o zona ligeramente alta, asomaba su rostro con el fin de mirar aquello que se encontrara debajo de ellos, en algunas ocasiones logrando observar cosas fascinantes, y en otras, cosas desagradable
— Iré a casa del panadero — informó, captando la atención de Yoongi, por lo que este se enderezó con el fin de seguir su camino
Después de todo la madre de Jungkook, les había encargado un mandato, sin embargo, se detuvo de golpe al observar la mano de su amigo interponerse en su camino
— Quédate — dijo completamente seguro — yo iré por el pan, tu espérame aqui, relájate un poco
—Pero... — lo miro no muy convencido
¿Qué haría él en un puente?
— Te he sentido un poco tenso — confesó con una tenue sonrisa — se lo mucho que disfrutas de estos lugares, espérame aqui y solo disfruta del tiempo — asintió efusivamente, retrocediendo tres pasos
