𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 25 - 𝕽𝖊𝖛𝖊𝖑𝖆𝖈𝖎𝖔𝖓

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Revelación

(Punto de vista en tercera persona)

Las palabras de Akane quedaron suspendidas en el aire como un trueno repentino, dejando a Alex sin palabras. Sus ojos se abrieron con incredulidad, su mente se apresuró a comprender lo que ella acababa de decir. Por un momento, el mundo a su alrededor pareció congelarse, el peso de su declaración se estrelló contra él como un maremoto.

Y entonces, justo cuando la tensión alcanzó su punto máximo, Akane se echó a reír.

"¡Te pillé!" exclamó, con una risa ligera y melódica que llenó la habitación de una energía contagiosa. Las comisuras de sus ojos se arrugaron con diversión y se agarró el estómago, claramente disfrutando del efecto que sus palabras tenían en él. "¡Deberías haber visto tu cara, Alex! ¡Te he pillado por sorpresa con esa!"

Alex parpadeó y sus mejillas se tiñeron de un intenso color carmesí. Su corazón, que había estado latiendo aceleradamente por el pánico, ahora latía con una mezcla de vergüenza e irritación. Rápidamente desvió la mirada, tratando de recomponerse, pero la calidez en su rostro solo se profundizó.

"Eso... no fue gracioso, Akane" murmuró Alex, con un dejo de frustración en la voz. Se frotó la nuca y su vergüenza no hizo más que aumentar mientras luchaba por recuperar la compostura. Podía sentir el calor que irradiaba su rostro y lo último que quería era que Akane viera lo nervioso que estaba.

"Vamos, Alex" bromeó Akane, sin dejar de reír. "Sabes que solo estaba bromeando contigo. Pero tu reacción... ¡no tuvo precio!"

Alex suspiró y sacudió la cabeza mientras intentaba dejar atrás su vergüenza. Sabía que Akane tenía un lado juguetón, pero esto era demasiado, incluso para ella. No pudo evitar sentirse un poco molesto, pero no podía negar que ella había realizado la broma de actuación a la perfección.

Antes de que pudiera armarse de una réplica adecuada, la risa de Akane comenzó a apagarse y adoptó un tono más serio. "Pero en serio, Alex, solo quería decirte... que está bien si no quieres hablar de lo que pasó en ese entonces. Sobre el beso, quiero decir". Su voz se suavizó y su expresión se volvió más gentil. "Entiendo lo que significa no poder hablar de algunas cosas".

Alex se quedó paralizado, sus palabras atravesaron su vergüenza como un cuchillo. La miró y vio la sinceridad en sus ojos. Ya no había bromas, ni bromas juguetonas, solo comprensión y preocupación genuinas. Era como si ella hubiera descorrido el velo que ocultaba sus emociones, mostrando un lado que él conocía muy bien.

"...un lado de ella que es precioso..."

Tragó saliva con fuerza, sin saber qué decir. Sabía que Akane tenía razón: era algo de lo que no estaba preparado para hablar, algo que tal vez nunca podría explicar con sinceridad. Pero oírla decirlo, oírla reconocerlo, lo hizo sentir extrañamente... aliviado.

"Gracias, Akane" dijo Alex finalmente, su voz apenas era más que un susurro. Miró al suelo, sus manos se abrían y cerraban a los costados. "Te lo agradezco."

Akane le dedicó una pequeña sonrisa comprensiva. "No hay problema, Alex. Solo debes saber que estoy aquí si alguna vez necesitas hablar o si necesitas cualquier cosa. Lo digo en serio."

Él asintió, sin atreverse a decir nada más. El peso de sus palabras se asentó en su pecho y sintió un destello de algo parecido a la paz.

"Y ahora ¿cuántas sesiones de actuación nos quedan?" 

"Tres o dos, supongo" respondió.

"¡Muy bien! No perdamos más tiempo, ¿de acuerdo?" le tendió la mano. "Actuemos como nos plazca."

𝕷𝖆 𝕰𝖘𝖙𝖗𝖊𝖑𝖑𝖆 𝕺𝖘𝖈𝖚𝖗𝖆 ✶𝕺𝖘𝖍𝖎 𝕹𝖔 𝕶𝖔✶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora