"Complicado" ‐ [ᶠʳᵃⁿᶜᵒ ᵐᵃˢᵗᵃⁿᵗᵘᵒⁿᵒ & ⁱᵃⁿ ˢᵘᵇⁱᵃᵇʳᵉ]

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–Ian Subiabre

📍: Palermo, Buenos Aires

Solté un gran bostezo mientras giraba mi adolorido cuerpo por la cama.

Abrí mis ojos al sentír los fuertes rayos de sol en mi cara. Mi cabeza dolía y no tenía noción en dónde estaba.

La luz por la ventana me encandilaba. Resfregué mis ojos y aprecié un momento en la habitación en la que me encontraba.
No era una habitación, era la habitación, podía jurar que era más grande que el living de mi casa.

Miré las sábanas blancas que cubrían mi cuerpo y luego miré a mi lado. Un chico de piel blanca, cabello corto y bonito perfil dormía boca abajo, dejando a la vista su hancha espalda bien formada.

Apenas recordaba lo que habia pasado anoche. Los únicos recuerdos vigentes eran que estaba solo en la barra y que el chico me habia invitado un trago.

Luego otro.. y otro.

Luego las cosas se salieron de control. Y qué sorpresa. Amenecí acá.

Logré sentarme en la cama y cubrí un poco más mi cuerpo, analizé la habitación y busqué mi ropa con la vista.

Mi celular posaba en la mesita de luz blanca a mi lado, lo agarré rápido y suspiré. 10:27 .
Ya no llegaba a entrenar.

Miré con detenimiento la mesita de luz y vi dos paquetitos de preservativos ya usados. Por lo menos me iba tranquilo en que nos cuidamos.

El chico a mi lado se volteó, quedando boca arriba, estiró su cuerpo y soltó un gran bostezo.
Conectó miradas conmigo y aprecié sus resaltantes ojos verdes junto al rayo del sol que daba a su cara.

Me sonrió de lado y volvió a bostezar.

Suspiré y me apresuré en levantarme. No tenía idea en dónde estaba.

— Buenos días — susurró con su voz ronca. Tragué saliva algo tenso.

— Buen día — susurré

Tapé mi cuerpo con una de las sábanas y me levanté de la cama. Busqué mi ropa mientras era observado por el chico aún acostado en.. su cama.

Suponía que era su pieza.

Tenía su celular en mano, rió un poco al verme y luego oprimió una sonrisa.

— Te tapás ahora? — preguntó y fruncí el ceño

Tomé aire y suspiré.

— Ni idea quién sos o cómo llegué acá pero.. un gusto en conocerte — sonreí y entrecerré los ojos — me tengo que ir

Me senté de nuevo en la cama para poder vestirme, sentía la fuerte mirada de aquel chico el cuál parecía mayor. Unos 19 o 20 años, capáz?

— Que amargado sos — susurró

Fruncí mi ceño y lo ignoré.

— Me podés acompañar a la salida? — pregunté con una sonrisa más falsa

— Si me lo pedís bien.. la pienso — me miró desafiante y algo arrogante.

— Hablo encerio, me tengo que ir — hablé con enojo.

Soltó una risita y se puso de pie.
Se colocó sus bóxers y luego un short deportivo.

Por lo menos me iba tranquilo que pasé la noche un hincha del mejor club

Miré expectante su bien.. formado y trabajado cuerpo. Aveces me halagaba yo mismo por el buen gusto que tenía.

— No pensás decirme tu nombre? — preguntó acariciando mi brazo con delicadeza.